Estamos viviendo una época de incertidumbre a nivel mundial en casi todos los sectores económicos. Diariamente leemos noticias negativas sobre el futuro y no hay continente que no esté sufriendo las consecuencias de ello.
Por un lado, tenemos a un irresponsable que dice gobernar a la mayor potencia económica del mundo, con decisiones y acciones reales o meramente declarativas descabelladas. Y, por otro, en Europa, el bajo crecimiento económico está dando pauta al ascenso de los partidos o movimientos de extrema derecha, incluso al resurgimiento del nazismo en Alemania.
En nuestro país también se está sintiendo la crisis que avanza inexorablemente hacia una recesión mundial, lo que significará condiciones negativas para millones de personas. Estamos a mediados de agosto y las perspectivas de crecimiento económico se rebajan cada mes; esperemos que para septiembre ya no disminuyan más, lo cual quiere decir que estaremos llegando cuando mucho al uno por ciento del Producto Interno Bruto, muy lejos de la cifra oficial que se esperaba.
Ante esta situación, académicos y legisladores están hablando y proponiendo algunas acciones para hacer frente a esta recesión que, sin duda, pegará más a quienes menos tienen y, sobre todo, a la clase media, ya de por sí afectada actualmente.
Un tema central es el referente a los impuestos, sobre los que una y otra vez el Presidente ha dicho que no se moverán ni habrá nuevos. El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, del grupo parlamentario de Morena, ha insistido en que por lo menos se grave con impuestos mayores a las bebidas azucaradas y al alcohol, lo cual desde todos los puntos de vista es lógico, en ánimo de hacerse de más recursos para atender no sólo los problemas de obesidad, sino para mantener los inmensos programas sociales que ha creado la presente administración y que han sido un gran beneficio para millones de personas. El diputado, quien es además Presidente de la importante Comisión de Presupuesto, ha sido claro mostrando su preocupación de que con los ingresos y ahorros que se van a tener no será posible atender todas las acciones comprometidas.
El senador Ricardo Monreal, también del grupo Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, ha escrito un libro sobre la necesidad de reformar el sistema financiero y, entre otras cosas importantes, ha mencionado que a partir del próximo mes habría que retomar su propuesta de rebajar las tasas de interés y comisiones excesivas que cobran los bancos, lo cual a todas luces es urgente y necesario.
El tema de la actividad bancaria en el mundo siempre es polémica, pero lo único que es verdad es que los bancos nunca pierden, vaya bien o mal la economía y, en caso de que esto llegar a ocurrir, llegan los gobiernos y los salvan, como bien lo sabemos a través del Fobaproa, que parece ser durará varios quinquenios más.
Este tema de las comisiones y tasas de intereses es de la mayor importancia, sin embargo, la irresponsabilidad permitida por las autoridades a los bancos es increíble. En la actualidad estamos viviendo una crisis de empleo en México, con casi nulo crecimiento económico, siendo los más afectados la clase media, y ¿qué hacen los bancos? Pues atosigar a la población cuentahabiente todos los días, por todos los medios, para que gasten y gasten más dinero, ofreciendo incrementos en sus tarjetas de crédito, puntos por gastar más, créditos pre-aprobados, etcétera.
Pero eso sí, en ningún momento hablan de reducir las tasas o dejar de cobrar por saldos mínimos; la usura es el negocio. Muchos de los que cuentan con tarjetas de cualquier tipo están ahora desempleados o sus salarios han sido reducidos, pero ¿qué pasará cuando crezca la deuda impagable de estos instrumentos?
El gobierno tiene una responsabilidad ineludible.