¿Por qué no pueden?

22 de Noviembre de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

¿Por qué no pueden?

enrique del val

Hace algunas semanas escribí sobre uno de los temas que considero más acuciantes para millones de personas en el mundo actualmente y es el referente al descomunal crecimiento de la riqueza de unos cuantos. Ahora señalaré más datos que apuntan a la urgente necesidad de hacer algo al respecto a nivel global, sobre todo en los países más desarrollados, que es donde está concentrada en mayor monto la riqueza.

Inequality Org es quizás el grupo que está logrando demostrar de manera más efectiva la desigualdad global. Recientemente apareció un informe sobre este tema y del cual mencionaré algunos datos que dan cuenta de lo poco que se ha hecho para evitarla. Por el contrario, parecería que año con año se abona en todo el mundo para que crezca y los gobiernos hablan de ella únicamente en sus discursos, pero nada hacen para reducirla.

Utilizando la información de otras ONG e incluso bancos privados, Inequality logra obtener una película muy clara de lo que está pasando. Por ejemplo, las utilidades de los billonarios durante la pandemia permitieron que su riqueza se incrementara en casi 4 billones de dólares, mientras que los ingresos de los trabajadores perdieron 3.7 billones, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), debido a la pérdida de empleos de millones de personas en todo el orbe.

Otro dato impactante es el que se refiere a los denominados UHNWI, acrónimo que, en español, refiere a “individuos con un altísimo patrimonio”, es decir, aquellos que tienen más de 30 millones de dólares, que detentan 6.5% de la riqueza global y son apenas el 0.003% de la población mundial.

Solo 10 individuos en conjunto tienen una riqueza de casi 1,500 billones de dólares, cantidad mucho más grande que los bienes y servicios producidos por muchas naciones. En esta lista elaborada por Inequality sorprende que el segundo país en billonarios sea Brasil, con 1,400 billones, y el cuarto nada más y nada menos que el nuestro, con una riqueza de 1,000 billones de dólares en unas cuantas manos.

Una demostración clara de lo que ha sido la concentración de la riqueza en este siglo es el dato que apunta OXFAM en el sentido de que en 2009 la riqueza combinada de las 380 personas más ricas del mundo equivalía a la riqueza del 50% de la población mundial. Pero ya para 2018 la cifra bajó a tan solo 26 billonarios.

En casi todos los países el 10% más rico no ha dejado de incrementar su riqueza, a pesar de la crisis de 2008 y la pandemia; los que más ascendieron para 2020 fueron los de Estados Unidos, Alemania, China, India, Rusia, Corea y Sudáfrica.

Posiblemente el mensaje de Xi Jinping durante el reciente Congreso va, entre otras cosas, en el sentido de limitar el aumento de ultra ricos en su país, mismos que pasaron del 5% en 2017 al 9% en 2020 y, aunque ha eliminado la pobreza extrema, no así la desigualdad creciente que se está observando y empieza a causarle problemas.

La pregunta que surge es ¿cuál es la razón, con toda la información que se tiene, de que los gobiernos hagan nada o muy poco, o planteen algo como la absurda propuesta de bajar los impuestos a los más ricos en Inglaterra, que le costó el puesto a la Primera Ministra?

¿No se dan cuenta de que esta desigualdad no solo crece día con día, sino que también mata en muchas partes del mundo? Esto nos afecta a todos. Por eso cada vez somos más quienes insistimos en que la única forma de reducir esta desigualdad creciente es mediante un aumento importante de impuestos a los más ricos, que permita una mejor distribución del presupuesto y del ingreso público en naciones con tantas carencias y tan pocos recursos como la nuestra, y que tiene el dudoso honor de tener a varios de los más ricos del mundo, que engrosan año con año su riqueza mientras que, también cada año, se acrecienta el número de pobres.

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