Policrisis

3 de Enero de 2025

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Policrisis

enrique del val

La semana pasada escribí sobre la delicada situación económica en el mundo y quisiera insistir, porque cada día las señales son más ominosas. Por ello el título de este artículo, que como bien dice Michael Roberts, economista británico con formación marxista moderna, en un muy buen escrito publicado en la revista digital Sin Permiso, la palabra “Policrisis” es un término que poco a poco está tomado fuerza entre quienes se identifican con la izquierda, cuyo significado, en sus palabras, es “la confluencia y el entrelazamiento de varias crisis: económicas (inflación y depresión); ambientales (clima y pandemia); y geopolíticas (Guerra y divisiones internacionales).

Sin lugar a dudas, creo que estamos, como nunca, ante una situación que requiere de un cambio total en la manera en la que los países llevan a cabo sus políticas.

Como bien se menciona en el artículo referido, hay demasiadas notas negativas que generan una angustia depresiva en millones de seres humanos. Así lo manifiesta incluso el último informe de Desarrollo Humano de la ONU.

Un claro indicio se vio en la pasada reunión en Davos, Suiza, donde el Sr. Klaus Schwab señaló que si el capitalismo quiere subsistir debe cambiar radicalmente, sugiriendo que estamos frente a tres modelos a elegir. Como si fuera tan fácil.

El primero de ellos es el “capitalismo de accionistas”, que está privilegiado en el mundo, gobernado por la empresas multinacionales; el segundo es el “capitalismo de Estado”, refiriéndose fundamentalmente a China, y el tercero, por el cual se decanta el Sr. Schwab, es el que él denomina como: “capitalismo de todas las partes interesadas”, que dice propuso hace medio siglo y que, en sus palabras, sería la mejor respuesta a los desafíos sociales y ambientales de hoy en día.

El gran problema es que nadie le va a hacer caso, porque sería obligar a los grandes grupos trasnacionales a moderar sus utilidades. Tomemos sólo el caso de los ingresos impresionantes que obtuvieron, derivados, entre otras cosas, del incremento del precio de los energéticos resultado principalmente de la invasión rusa a Ucrania.

Estos ingresos extraordinarios no tienen correlación con el incremento de Producto Interno Bruto de esos países y pretender que es posible seguir así es absurdo, porque estamos hablando de que los mercados financieros no podrán generar utilidades reales.

Como bien apunta OXFAM, y lo recoge Roberts, “en los dos últimos años el uno por ciento súper rico del mundo ha ganado casi el doble de la riqueza que el 99 por ciento restante sumado”.

Esta es la verdadera realidad, la cual se niegan a ver no sólo las empresas privadas, sino también, desgraciadamente, los gobiernos. Temas como, por ejemplo, el de las muertes por Covid y la propuesta de liberar las patentes de las vacunas, que muchos considerábamos una solución correcta, al final fue desechada sin la menor consideración y tuvimos millones de muertes. Nuestro país fue uno de los más afectados.

Pero no sólo ha sido el incremento de precio de los energéticos, también el de los fertilizantes y los alimentos. El último dato que tenemos en nuestro país sobre el aumento de precios de los alimentos es que la primera quincena de este mes tuvo un incremento del 12.97% respecto a la primera quincena de 2022, según informó la Secretaría de Hacienda.

A pesar de los incrementos del salario mínimo y a la pensión de adultos mayores, y de los pactos con algunas empresas para reducir los precios, poco se ha logrado, por lo cual será un año muy difícil para millones de mexicanos, sobre todo para los más pobres y para la clase media, cada día más reducida.

Y sigue quedando en el aire el incremento de los impuestos a los más ricos. Sin duda urge tomar acciones en tal sentido, antes de que sea imposible parar las manifestaciones por la carestía de la vida.

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