Plan interesante

3 de Diciembre de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Plan interesante

enrique del val

La semana pasada, a pesar de no contener la totalidad de su propuesta original, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, logró un éxito con su plan denominado Build Back Better, que podríamos traducir como “reconstruir mejor”.

Quizá es la propuesta más ambiciosa desde la época de Franklin D. Roosevelt con el New Deal, o Lyndon B. Johnson con el apoyo a la salud, ambos en materia de atención a las personas más necesitadas.

La propuesta original era por un monto de 3.5 billones de dólares y la aprobada en la Cámara de Representantes, solo con el voto demócrata, fue por un gasto de 1.75 billones de dólares durante 10 años, la cual, de cualquier manera, representa una cifra que no se tenía desde hace más de 50 años, sobre todo en los asuntos de la atención a las necesidades de los ciudadanos.

Entre otras acciones, están la disminución en el precio de medicamentos y la atención a domicilio para los adultos mayores, el establecimiento de la educación gratuita universal en el nivel preescolar y, sobre todo, las intervenciones para el combate al cambio climático, actividades que sin duda marcarán a su gobierno como uno de los más favorecedores del Estado de Bienestar.

El haber llegado a este punto no ha sido fácil para el gobierno de Biden, incluso con la anécdota del líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, quien con el único propósito de sabotear la votación empezó su discurso a las ocho de la noche y terminó de hablar a las cinco de la mañana del día siguiente, es decir, estuvo más de ocho horas en el pódium, todo un récord. Los estadounidenses llaman a esto filibusterismo.

Según el gobierno, este plan costará alrededor de 160 mil millones de dólares de déficit en los 10 años. El financiamiento de mucho de lo que se ofrece será a través de nuevos impuestos, como una tasa de 15 por ciento a las grandes empresas; incremento de 5 por ciento a la tasa a las personas que tienen ingresos superiores a 10 millones de dólares y una tasa de tres por ciento adicional a quienes ingresan más de 25 millones.

Este aumento de los impuestos ha recibido críticas de su mismo partido, encabezadas por el excandidato a la presidencia Bernie Sanders, quien escribía que el plan se quedaba corto en incrementar los impuestos a los más ricos y planteaba evitar que se permita hacer deducciones, señalando que el punto central es que hay que ayudar a la clase media y no al uno por ciento de la población de su país.

Asimismo, insistía en la propuesta de aplicar un impuesto, casi como en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, a aquellos que ganan más de 100 millones de dólares al año o cuyos activos se valoren en más de mil millones. Calculaba que esto era aplicable solo a aproximadamente 700 personas, a quienes se señala, entre otras cosas, como los grandes beneficiarios de la pandemia.

Para la revista The Economist, este plan, así como otras medidas que están aplicando los países europeos, demuestran el triunfo de lo que llaman big government, por supuesto, en oposición a la política tradicional del semanario, y mencionan a los gurús del liberalismo, como Milton Friedman, que insistía que habría que vigilar sólo una cosa: el gasto del gobierno. También mencionan las palabras de Friedrich Hayek cuando escribía que ni el mejor gobierno puede saber lo que necesitan realmente millones de ciudadanos soberanos.

El tema central de la propuesta del presidente Biden es el reconocimiento de que, al igual que en otros países, como el nuestro, la desigualdad ha seguido creciendo y que en la actualidad hay millones de personas que pasan hambre o no cubren sus necesidades de salud y educación de una manera razonable.

Bienvenido el plan Biden. Habría que registrar que la única manera de tener un Estado de Bienestar ambicioso para la población es haciendo que los que más tienen paguen más impuestos. No hay de otra.

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