Los infiltrados

26 de Noviembre de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Los infiltrados

enrique del val

Acaba de publicarse en Francia un libro muy interesante de título Les Infiltrés, equivalente en español a Los infiltrados, escrito por Matthieu Aron y Caroline Michel-Aguirre, el cual trata sobre lo pernicioso que son los despachos de consultores externos contratados por diferentes administraciones públicas.

Con ejemplos muy claros y bien documentados se ve de qué manera esas consultorías sangran los recursos del Estado, realizando actividades que bien podrían hacer las diferentes ramas de la administración pública y, sin duda, a costos muy inferiores a los que están acostumbrados a cobrar esas empresas.

El libro menciona cuáles son las consultorías más grandes del mundo, con sus cifras de negocios, destacando las estadounidenses, entre ellas, Boston Consulting Group, con cerca de 9 mil millones de dólares de negocios; EY (antes Ernst & Young), con 40 mil millones de dólares y, de manera especial, hablan de los trabajos desarrollados en Europa, concretamente en Francia, por la muy conocida McKinsey, con una cifra de negocios de casi 11 mil millones de dólares. Como bien menciona el libro, el inicio del gran éxito de estas empresas fue hace 40 años, en la época del presidente Ronald Reagan, cuando dijo que “el gobierno no es la solución a los problemas, sino que el gobierno es el problema”.

Durante muchos años, el gobierno francés se resistía a la penetración de estas firmas, aduciendo que los métodos de administración americanos son contrarios al espíritu y a la ética del servicio público, en palabras de Isabelle Berrebi.

Pero en 2007 llegó el presidente Sarkozy y empezó en grande el festín de las consultoras con las propuestas de reducción de costos en el gobierno; fue seguido por el gobierno socialista de Hollande, con el lema de la modernización del servicio público, y con el recientemente reelegido Macron, bajo la divisa de la transformación del servicio público.

Declaraciones hechas por un intelectual muy conocido en Francia, Alain Minc, son reproducidas en el libro, argumentando que el presidente Macron es el ídolo de las consultoras, porque fundamentalmente parece uno de ellos, con su pragmatismo y su poca ideología.

Lo que ha desatado la preocupación de muchos franceses es la participación de McKinsey en el combate a la pandemia, debido a que, como mencionan los autores, las consultoras se han instalado en el corazón del Estado y no de manera conspiratoria, sino con el pleno acuerdo de los funcionarios; en resumen: un “suicidio asistido”.

Supuestamente, el ministerio de salud francés no hubiera podido atender la pandemia y la campaña de vacunación sin el apoyo de McKinsey. Los autores entrevistaron a decenas de funcionarios y políticos, quienes manifestaron de manera no oficial su sorpresa del abandono de la soberanía del Estado francés en favor de una empresa estadounidense. Ha sido tal la indignación que en el Senado francés ya se ha creado una comisión de investigación sobre las consultoras.

La mayoría de los países europeos tiene el mismo problema porque, como bien apuntan los autores, los “infiltrados” no conocen de fronteras. Tan es así que incluso El Vaticano acaba de contratar a la consultora Bain, de Estados Unidos, para reorganizar uno de sus dicasterios, equivalente a una secretaría de Estado en los gobiernos democráticos.

Una de las conclusiones que sacamos del libro es que hay que tener mucho cuidado con esas empresas cuyo único objetivo es ganar dinero, el más que se pueda, y a veces violando la ley, como ha sido el caso de McKinsey, quien según el libro, tuvo que pagar a la justicia estadounidense 573 millones de dólares por haber jugado un papel importante en el tema de las cuantiosas e innecesarias recetas de opiáceos que le costaron la vida a cerca de 500 mil personas en aquel país.

Síguenos en @EjeOpinion

SIGUE LEYENDO: ¿Y los salarios?