En la niñez y en la adolescencia, la educación, la salud y la alimentación son factores primordiales para el buen desarrollo de los seres humanos. En tal sentido, debería ser labor fundamental de los gobiernos el procurar las condiciones para que se den estos tres aspectos básicos.
Ante la vorágine de acontecimientos de todos los días en nuestro país y la diversidad de temas e intereses particulares, muchas veces se dejan de lado estos tres factores y se olvida que estamos hablando del futuro de la nación.
Recientemente, se hizo un estudio en el sureste mexicano con la participación del CIESAS, la Universidad Veracruzana y la organización Medición de Aprendizajes (MIA), basado en un método exitoso de varios países del sureste asiático y la India, cuyo objetivo es utilizar las denominadas Evaluaciones de Aprendizajes Dirigidas por Ciudadanos (CLA), por sus siglas en inglés. Este método se originó en la organización civil más grande de la India, denominado PRATHAM, basado en la realidad de los países del sur y que se diferencia de las evaluaciones en las escuelas.
Los resultados, publicados en un documento de más de 300 hojas donde se describe paso a paso cómo se hicieron esas evaluaciones, son la confirmación de que en este tema el país está fallando desde hace muchos años.
Algunos ejemplos lo demuestran, como el de Quintana Roo, donde 17% de estudiantes de bachillerato, el 27% de estudiantes de tercero de secundaria y 70% de estudiantes de tercero de primaria, no lograron resolver restas de segundo de primaria; o el de Yucatán, donde 13% de los estudiantes de bachillerato, 30% de tercero de secundaria y 65% de cuarto de primaria, no pudieron resolver un problema que implica el uso de dos operaciones matemáticas básicas.
En cuanto al tema de salud, ahora que estamos en la fiebre de la vacunación, el investigador Mario Luis Fuentes, en un artículo publicado la semana pasada en Aristegui Noticias, da cuenta de un asunto grave y que ha pasado desapercibido: la caída de la vacunación de las niñas y niños en el actual gobierno, sin que algún servidor público haya dicho qué está pasando y el por qué del abandono en un tema tan crucial como la vida de los menores.
Para que no haya duda de lo que dice, da unos ejemplos y así tenemos que la cobertura del esquema completo de vacunación a niñas y niños en 2015 alcanzaba al 97.2%, pero para 2020 había caído al 74 por ciento.
Y si focalizamos en aquellos que tienen menos de un año de vida, se estima que el año pasado cuando mucho se vacunó con el esquema completo solo a la mitad de ellos, y para los de un año la estimación es de 58%, aunque al mes de junio pasado se había vacunado tan sólo al 13 por ciento.
En cuanto a la alimentación, todavía sigue siendo incomprensible la eliminación que hizo este gobierno de las “escuelas de tiempo completo”, que eran un apoyo fundamental a los niños de primaria, sobre todo de aquellas zonas de alta marginación, donde el alimento que tomaban en la escuela quizás era el único del día; además, la extensión del horario permitía a los alumnos obtener otros conocimientos sobre arte y cultura. Todo esto se acabó.
Se dijo que se iba a juntar este programa con el de “la escuela es nuestra”, pero la realidad es que miles de niños se quedaron sin alimentos gracias a decisiones burocráticas.
Como vemos, para miles de niños, niñas y jóvenes, la educación, la salud y la alimentación están pasando por momentos difíciles y lo peor es que no se ve para cuando mejoren, porque para ello se requiere decisión política del más alto nivel y recursos económicos crecientes.
Dentro de todos los temas candentes que tiene este gobierno es prioritario atienda la problemática que muchos estamos describiendo como urgente.
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