El tema de las pensiones ha cobrado un importante interés en las últimas semanas a raíz de varias acciones, tales como las reformas a la ley de las Afores, la celebración de la Cuarta Convención Nacional de Afores, las declaraciones de Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público, y de Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, así como las del Presidente de la República el pasado 2 de octubre, amén de decenas de comentarios en los medios de comunicación sobre este tan crucial tema, como es el futuro de millones de personas cuando lleguen a la etapa de retiro de la actividad productiva.
Las modificaciones que realizó el Congreso de la Unión en el sentido favorable para los trabajadores de que se buscarán mejores portafolios de inversión y se reducirán las comisiones que cobran los banqueros, por no hacer más que enviar comunicaciones a los trabajadores sobre cómo van sus “inversiones”.
Varios comentaristas han señalado que quizá lo más importante de esta convención es que se puso sobre la palestra la cuestión en la cual coinciden casi todos: que el actual sistema de pensiones tiene que cambiar porque no beneficia a los trabajadores actuales ni futuros.
Con el sistema existente, a lo más que pueden aspirar aquellos trabajadores que hayan podido laborar ininterrumpidamente 25 años es recibir cuando mucho un 30% de su salario, cantidad totalmente insuficiente para su subsistir de una manera digna.
En la inauguración de la citada convención, el miércoles pasado, el secretario de Hacienda expresó que una opción que se está analizando es elevar la edad de retiro; así de claro fue el secretario.
Adicionalmente, Gerardo Esquivel manifestó en varios tuits que era casi inevitable que, dadas las condiciones económicas y demográficas del país, se aumentara la edad de retiro para no afectar a los trabajadores, sobre todo a las mujeres, quienes generalmente ganan y cotizan menos y además tienen mayor esperanza de vida.
El Presidente de la República habló sobre el tema en su conferencia mañanera del pasado 2 de octubre e informó lo que va a hacer su gobierno de la siguiente manera: “cuidaremos las pensiones de los trabajadores, somos sus guardianes. Les informo a los trabajadores. No vamos a hacer uso de ellas; no tenemos ningún proyecto para financiar con ellas al gobierno; no queremos ningún riesgo. Queremos buscar la manera de llevar a cabo una reforma. No, ahora. No va aumentar la edad de jubilación; no vamos a afectarlos en nada. Sólo bajar costo financiero o remodelar innovadoramente a fondo como corresponde a una 4T no neoliberal”.
He reproducido las palabras del Presidente porque son muy importantes por varios aspectos. El primero de ellos se refiere a que las Afores no participarán en las obras del gobierno, como Dos Bocas, Santa Lucía, Tren Maya, etcétera. Sería conveniente que los responsables de estas obras tomen nota, porque han salido declaraciones que implican la participación de las Afores en ellas.
Otra instrucción importante es la que da a sus funcionarios hacendarios de que no se aumentará la edad de jubilación, la cual va en contra no sólo de ellos, sino de los expertos en el tema, lo cual es grave. Sería muy conveniente que le pudieran explicar la terrible responsabilidad que tiene este gobierno al tardarse en hacerlo.
Pero el gran tema en las pensiones es el que se refiere a la opinión de los trabajadores, ¿cuándo, desde la constitución de las Afores, se les ha consultado sobre los cambios que se hacen en el manejo de sus recursos? ¿Se les ha preguntado qué opinan sobre cambiar ahora de Siefores a Fiefores? ¿Se les ha explicado qué significan dichos acrónimos?
El gran faltante en la reforma de las pensiones son los trabajadores y ya es hora de que se les consulte y no sólo a las cúpulas.