Combatir la riqueza extrema

8 de Enero de 2025

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Combatir la riqueza extrema

enrique del val

Se termina el año y en general es común revisar lo que ha ocurrido y, sobre todo, lo que esperamos para el año próximo. Algunos temas que preocupan, como el de las secuelas de Covid-19 y sus nuevas cepas, siguen estando presentes en todo el mundo y según los médicos lo peligroso es la relajación de medidas que estamos teniendo, con posibles consecuencias terribles. Hay situaciones que indican lo severa que ha sido para algunos países está pandemia, como en China, con un impresionante récord de baja mortalidad, nada comparable con la de algunos países como el nuestro, que ha tenido que recular en las medidas draconianas de aislamiento que tenía, ante la protesta popular que crecía y podría convertirse en una gran manifestación social de repudio al régimen.

La gran pregunta es si tendrán la capacidad de controlar el aumento de contagios y de muertes con la relajación de medidas. En nuestro país vamos a llegar al medio millón de personas muertas a raíz de la pandemia y lo peor es que ya pareciera que la cifra es normal, lo cual es un sinsentido.

Otro tema también acuciante ha sido la pobreza y su combate en las difíciles situaciones que muchos países han tenido que soportar, no solo por los recursos destinados a la pandemia, sino también a los conflictos armados, lo cual ha provocado un crecimiento inusitado de la inflación y por tanto del aumento del número de pobres ante el ascenso de los precios y el desempleo producto de la Covid, lo cual todavía no se resuelve en muchos países.

En México, a pesar del aumento excepcional que ha tenido el salario mínimo general y los recursos destinados a los adultos mayores, así como las numerosas becas, tanto a estudiantes como a jóvenes, no se ha logrado impedir que la pobreza crezca.

Lo vemos claramente con la enorme informalidad que aumenta día a día en todos los rincones del país ante la imposibilidad de conseguir empleos, no solo para los trabajadores calificados sino para la gran mayoría que no tiene educación, más allá de la básica.

Otro tema es la corrupción en muchos países, lo cual incluso ha costado el puesto a presidentes. Ahora, con tantas personas dedicadas a hacer periodismo de investigación es casi imposible ocultar estos hechos. Así, por ejemplo, han salido a la luz todos los chanchullos de los integrantes de la FIFA en relación con el mundial de fútbol en Qatar; incluso esta semana están siendo enjuiciados varios eurodiputados a quienes se les acusa de haber recibido recursos indebidos por parte de funcionarios de Qatar.

En nuestro país han surgido casos graves, como el de SEGALMEX, y todavía están pendientes varios de la administración anterior. Pero lo que no se ha logrado es evitar la corrupción llamada de baja escala, fundamentalmente de funcionarios de municipios, alcaldías e incluso gubernaturas. Esta corrupción es la que más daña, porque generalmente afecta a la clase media o a los que menos tienen, como los trabajadores informales. Lamentablemente no se ve para cuándo podrá acabarse con este flagelo.

Con estos tres temas el gobierno de nuestro país va a necesitar muchos recursos y ya no se tienen “guardaditos”. Por ello se deberían tomar de una vez por todas la decisión de gravar más a quienes más tienen, como lo están haciendo en muchos otros países, porque hasta ahora los más ricos han salido indemnes de las crisis de este siglo ya que, si bien pierden en algún momento miles de millones, se recuperan semanas después.

Nuestro gobierno no quiere endeudarse ni sobrepasar el tabú del déficit público y sería un terrible error seguir afectando el gasto en rubros como la educación y salud, lo cual en términos reales ya está ocurriendo, con las consecuencias que tendremos en el corto plazo. Ojalá haya la capacidad para modificar la decisión y combatir la riqueza extrema que tanto daña.

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