“Sospecho que al principio Maurice esperaba que Rosy se sometería”, escribió James D. Watson en su libro de 1968 La doble hélice, en el que narra su participación en uno de los descubrimientos más revolucionarios del siglo XX: el desciframiento de la estructura de ADN, misma que se publicó el 25 de marzo de 1953 en la revista Nature en un artículo firmado por Watson y Francis Crick.
Por eso, el 25 de marzo es el Día Mundial del ADN; también por eso es la conmemoración de una de las grandes injusticias de la historia de la ciencia, misma que fue refrendada en 1962 cuando les dieron el premio Nobel de Fisiología y Medicina a Watson, Crick y al Maurice de la primera frase de este texto, que se apellidaba Wilkins y cuyo principal “mérito” parece haber sido, pues… ¿tratar de someter a Rosy?
No, porque ella no se sometió. Es una historia complicada en la que faltan muchos detalles, pero lo que está claro es que Maurice se sentía con el derecho de apropiarse del trabajo de la cristalógrafa Rosalind Franklin, algo que ella jamás permitió. Cabe preguntarse si, de haber estado viva cuando se otorgó el Nobel (murió en 1958 de cáncer de ovario) habría sido ella y no Wilkins la premiada.
Y es que el trabajo de Franklin fue fundamental para que Watson y Crick lograran determinar la estructura del ADN; aun así, sólo la mencionan al final del artículo de 1968 con un agradecimiento por haberlos “estimulado” y ninguno de los tres hombres le dio crédito en sus conferencias de recepción del Nobel, sólo Wilkins menciona su nombre de pasada.
Serios contra juguetones
Antes de continuar hay que decir que ni Wilkins ni Watson se hubieran atrevido, en persona, a llamar por el diminutivo Rosy a Rosalind Franklin; así es como le decían a sus espaldas.
En La doble hélice, a diferencia de lo que hizo en su conferencia del Nobel, Watson le da un enorme crédito al trabajo de Franklin, quien tenía las más precisas imágenes de difracción de rayos X del ADN de la época.
De hecho casi al principio del capítulo 10, Watson afirma que llegó un momento en que comprendió que “el meollo de la cuestión radicaba en la posibilidad de que las nuevas imágenes de rayos X que Rosy había obtenido presentaran algún apoyo en favor de una estructura helicoidal del ADN”.
Una imagen de difracción de rayos X no es como una fotografía normal ni como una radiografía; es decir, la técnica no genera una representación de, en este caso, la forma del ADN. En cambio, presenta un patrón regular de puntos y manchas que pueden permitir, por medio de complejas matemáticas, averiguar las distancias entre los átomos.
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Además, para generar estos patrones de difracción es necesario hacer pasar los rayos X por una muestra cristalina, algo que puede ser fácil con la sal de mesa o el azúcar, pero que es muy complicado de obtener con las grandes moléculas biológicas.
Mientras Wilkins y, sobre todo, Franklin hacían esta parte, Watson y Crick “jugaban” con modelos para armar de átomos y enlaces (literalmente bolitas y palitos) para tratar de replicar la estructura química en tres dimensiones del ADN; para que no fuera sólo un ejercicio de imaginación, sus construcciones debían coincidir con las mediciones de los patrones de difracción.
Watson comenta que aunque había al menos una imagen de rayos X del ADN “bastante buena”, las mejores estaban en “posesión por parte de Maurice… No podía soslayarse el doloroso hecho de que las imágenes pertenecían a Maurice”.
Sin embargo, esas imágenes en realidad las había tomado Rosalind Franklin, y su posesión era el principal pleito entre ella y Wilkins.
›Actualmente se considera que Wilkins ejercía sobre Franklin “acoso laboral de género”, que consiste en “faltar al respeto, degradar y desacreditar a las mujeres y su trabajo, habilidades y logros, simplemente porque son mujeres”, según un informe sobre acoso sexual de las academias de Ciencias, Medicinas e Ingenieria de Estados Unidos.
Maderas que no agarran el barniz
El propio Watson incluye en su libro una multitud de episodios en los que se puede concluir que él mismo hizo acoso laboral de género a Franklin, y si no hay más de Francis Crick es porque él no quería ni hablar con ella.
Sin embargo, en el último capítulo recuerda un momento en que Franklin le demuestra con datos a Crick que está equivocado. “Sus intransigentes declaraciones sobre este asunto reflejaban, pues, una auténtica ciencia no las manifestaciones de una feminista descarriada”, concluye Watson.
También las últimas palabras del Epílogo son para Franklin. Admitiendo que sus primeras impresiones de ella “eran frecuentemente equivocadas”, Watson comenta que él y Crick llegaron a “apreciar mucho su honestidad y generosidad personales, comprendiendo con varios años de retraso las luchas que debe arrostrar la mujer inteligente para ser aceptada en un mundo científico que, a menudo, considera las mujeres como meras distracciones del trabajo reflexivo serio”.
La ciencia avanza mucho más rápido que la conciencia colectiva y la justicia. Prueba de ello es que en los 80 años transcurridos desde que se develó la estructura del ADN, se llegó a secuenciar el genoma humano por completo.
Por su parte, Watson, en 2007, perdió el título de canciller en el Laboratorio Cold Spring Harbor por decir al Sunday Times que estaba “intrínsecamente pesimista sobre la perspectiva de África” porque “todas nuestras políticas sociales se basan en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, mientras que todas las pruebas dicen: en realidad no”, y en 2019 se le despojó de todos sus honores en esa institución por decir en un documental que seguía pensando lo mismo.
el dato. En su conferencia del Nobel, Maurice Wilkins presentó numerosas imágenes de difracción del ADN, ninguna de ellas lleva el crédito de Rosalind Franklin.
El inicio
Así fue el desarrollo de la bata
›1953. Watson y Crick publican el artículo con la estructura del ADN.
›1958. Rosalind Franklin muere debido a un cáncer de ovario, tenía 37 años.
›1959. Severo Ochoa y Arthur Kornberg reciben el Nobel por descubrir el mecanismo de la síntesis biológica del ARN y del ADN.
›1962. Watson, Crick y Wilkins reciben el Premio Nobel
›1968. Har Gobind Khorana recibe el Nobel por descifrar el código genético.
›1968. James Watson publica La doble hélice
›1972. Har Gobind Khorana sintetiza el primer gen artificial
›1972. Paul Berg crea ADN recombinante al unir material genético de dos organismos diferentes
›2001. Craig Venter publica el primer genoma humano completo, al día siguiente se publica la información financiada con dinero público
›2003. Se da por concluido el Proyecto del Genoma Humano
›2007. James Watson es retirado de la posición de canciller de Cold Spring Harbor Laboratory
›2019. James Watson pierde sus títulos honorarios en Cold Spring Harbor
›2022. Se acaba de secuenciar el genoma humano por completo
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