El director mexicano Alfonso Cuarón, galardonado este sábado con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, reconoció que su filme, inspirado en su niñera indígena, habla de “la gente invisible”, aquella que la sociedad no percibe. Roma, cuyo título es por el barrio de la Ciudad de México en el que creció, fue dedicada justamente a Libo, la nana del cineasta, que en el filme se llama Cleo, la doméstica de origen indígena con la que creció. “Libo, este filme es el producto de mi inmenso amor por ti, por mi familia y por mi país, México”, declaró el director emocionado y satisfecho al recibir el máximo galardón en el Palacio del Cine del festival veneciano. Calificada por varios críticos italianos como “obra maestra”, "épica” y “deslumbrante”, la película es un intenso retrato en blanco y negro muy personal del México de los años setenta, con sus diferencias sociales y raciales. La infancia de aquel niño que creció en una casa de la calle Tepeji es la materia prima de una obra que muestra la complejidad de la sociedad de América Latina, con sus contrastes, sus injusticias, su clasismo y su política. “Los cineastas no dan la voz a nadie, son los otros que prestan su voz. En mi caso es más perverso porque las diferencias entre clases sociales y razas me parecía algo descontado”, explicó a la prensa. “Es que no consideraba Libo una mujer, ni una indígena. Era invisible. Mi filme habla de esa invisibilidad que hay en el mundo”, añadió en inglés el realizador mexicano. Para contar ese mundo íntimo y cómodo que está por transformarse, que cambiará la vida para siempre de Libo y su madre en medio de un país azotado por los terremotos, las protestas estudiantiles y la represión, Cuarón no contó con un guión establecido. “Sería presuntuoso decir que la película tiene otra función que la de ser una película, pero si se convierte en un vehículo para otras causas pues bienvenido”, afirmó al margen de la conferencia de prensa. Después de debutar en Venecia en 2001 con el filme Y Tu Mamá También y tras haber dirigido la taquillera Harry Potter y el Prisionero de Azkabán (2004), el director mexicano entró a formar parte de la limitada lista de grandes autores latinoamericanos dúctiles, capaz de dirigir grandes producciones estadounidenses (y ganar el Oscar a Mejor Director por Gravity) como rodar una historia muy latinoamericana y a la vez universal. “Es que para entender el presente hay que entender el pasado”, explicó por su parte el presidente del jurado, el mexicano Guillermo del Toro, ganador el año pasado del León de Oro en Venecia con La forma del agua. Del Toro, amigo personal de Cuarón, lo que hubiera podido perjudicarlo, explicó que se trató de un decisión colectiva del jurado formado por nueve personas, entre ellos los actores Naomi Watts ,Christoph Waltz y el director neozelandés Taika Waititi. “Fue fácil y unánime. Nueve contra cero”, afirmó. El filme figuró entre los favoritos tanto de la crítica como del público desde el inicio del festival, según la clasificación de Ciak, la revista oficial de la Mostra. Sobre el hecho de que se trate de la primera película producida y distribuida por el coloso audiovisual Netflix que gana un galardón tan prestigioso, los dos cineastas no le dieron mayor importancia. "¡Netflix no es el fin del cine!”, afirmó del Toro. DC