Las oficinas de inteligencia comenzaron a indagar sobre el origen de algunas credenciales de asesores que han repartido en congresos estatales, porque dicen los que saben que han descubierto que algunos personajes vinculados a grupos criminales recurren a ellas para obtener beneficios e influencia. Aseguran que apenas están rastreando quiénes las ofrecen y en cuánto se venden.