Aunque desde octubre del año pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que en su gobierno se espíe a periodistas y opositores, nuevas evidencias de la investigación “Ejército espía” documentó el uso del sistema Pegasus para espiar al activista Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De acuerdo con documentos internos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revelados en la investigación que integran Artículo 19, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y Social Tic, una estructura interna a cargo del Centro Militar de Inteligencia utilizó el spyware para vigilar las conversaciones del defensor de derechos humanos con víctimas y diversos periodistas, entre 2019 y 2021.
Según la indagatoria y el sustento documental que hoy se mostraron en conferencia de prensa, la vigilancia desde el Estado Mayor de la Sedena sobre Raymundo Ramos, quien es identificado en los informes castrenses con supuestos vínculos con el Cártel del Noreste, se debió a la interferencia del Ejército para conocer sobre el asesinato de 12 personas ocurridas el 3 de julio de 2020 en el que se vieron involucrados militares.
“Pasamos de gobierno espía en 2016, donde la propia Sedena había adquirido Pegasus, al el control en contra de la privacidad y falta de controles mundial”, advirtió Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica.
Tras la denuncia por las ejecuciones extrajudiciales de cinco civiles desarmados por parte de militares en Nuevo Laredo el pasado 26 de febrero, Raymundo Ramos volvió a ser blanco de acusaciones y denostaciones en la conferencia matutina de Palacio Nacional.
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