Hasta ahora, medir la hormona cortisol en la sangre u orina ha sido una manera de tener una valoración objetiva del estrés que padece una persona, pero sólo se puede aplicar en episodios agudos, es decir, breves y aislados; sin embargo, gracias a un estudio hecho en México e Islandia, el cabello podría dar una medida del estrés psicológico crónico.
La palabra estrés, como término científico, se utiliza para describir “las reacciones cognitivas, emocionales y fisiológicas que resultan de un desequilibrio entre las demandas y los recursos percibidos por el individuo”, por lo que los eventos estresantes no son tan relevantes como la percepción que la persona tiene de ellos, explican los autores de la investigación que se publicó hoy en la revista PLOS Global Public Health.
El estudio fue realizado por investigadores de los institutos nacionales de Salud Pública y de Ciencias Médicas y Nutrición de México y del Tec de Monterrey con colegas de las universidades de Islandia, Harvard, Tecnológica de Dresden y del Instituto Karolinska, y analizaron el cabello de 881 mujeres mexicanas y 398 mujeres islandesas.
Las medidas de cortisol en el cabello se relacionaron con las obtenidas en la Escala de Estrés Percibido, cuyos puntajes altos se han relacionado en diversos estudios con resultados psiquiátricos y corporales, como síntomas de depresión y ansiedad, mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades cardiovasculares.
Para las participantes mexicanas se invitó a dos mil tres integrantes de la Cohorte Mexicana de Docentes, seleccionadas al azar entre las más de 115 mil personas que integran el grupo, accedieron mil 145. En cuanto a las islandesas, participaron voluntarias de entre las que forman parte de un estudio a nivel nacional sobre el impacto del trauma en la salud de las mujeres.
Los investigadores encontraron que, en ambas poblaciones, a cada punto en la escala de estrés percibido, correspondía un aumento de 1.4% en la medición del cortisol, y que la diferencia en la cantidad de la hormona entre 20% de las mujeres que dijeron estar menos estresadas y el que más lo estaba fue de 24%; por lo que concluyeron que el cortisol podía ser una buena medida y poco invasiva del estrés crónico.
Aunque a todas las mujeres se les aplicó el mismo protocolo de investigación, los niveles de estrés percibido y de cortisol en el cabello fueron ligera, pero consistentemente mayores para las mexicanas que para las islandesas.
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