Las colaboraciones entre México y Estados Unidos no son siempre públicas. Algunas son secretas, de espionaje. Muestra de ello es la reciente revelación sobre el expresidente José López Portillo, quien de acuerdo con los Archivos Nacionales del país vecino fue enlace de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
Así lo dio a conocer Jefferson Morley, exreportero del diario The Washington Post, quien dio a conocer que el político mexicano colaboró “varios años” con la agencia estadounidense, sin especificar cuántos; solo se refirió que tal relación se inició antes de que asumiera la presidencia del país.
Fue con la desclasificación de documentos sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy (ordenado por Joe Biden el año pasado ) que se supo de esta situación, la cual fue revelada de forma exclusiva por Morley.
El expresidente mexicano, señaló el excolaborador del diario estadounidense, facilitó a la CIA escuchas telefónicas desde la Ciudad de México (entonces Distrito Federal) como parte de las investigaciones sobre Lee Harvey Oswald, señalado como el asesino de Kennedy.
LIENVOY fue el nombre con el cual se designó a la colaboración, en la cual se asignó el nombre clave LITEMPO-8. Y es que en los documentos desclasificados no se menciona al exmandatario por su nombre.
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Fue a través de un memorándum, con fecha del 29 de noviembre de 1976, que un funcionario de la CIA refirió que el próximo presidente de México era “enlace”. Hay que recordar que López Portillo asumió el cargo en diciembre de ese año.
De esta forma López Portillo se suma a Adolfo López Mateos (identificado como LITENSOR), Gustavo Díaz Ordaz (LITEMPO-2) y Luis Echeverría (LITEMPO-8) como los expresidentes mexicanos que mantuvieron colaboración secreta con la CIA.
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