El nuevo coronavirus acabó con dos décadas de combate a la marginación en México. Para finales del 2020, el país tendrá los mismos niveles de pobreza que tenía en el año 2000, cuando trataba de recuperarse de la profunda crisis económica derivada del “error de diciembre” en los años 1994-95.
El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), divulgó hoy un documento en el que visualiza el impacto que tendrá la emergencia sanitaria por la Covid-19 y la consecuente recesión económica en los niveles de pobreza.
›Según sus cálculos, la pobreza por ingresos se incrementará entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, lo que significa que pasará de 48.8% de la población (61.1 millones de personas) que había en 2018 a 56 o 56.5% (entre 69.4 y 70.1 millones de mexicanos) para finales de este año.
Ese 56% de pobreza por ingresos no se veía desde el año 2000, cuando 54% de la población padecía “pobreza de patrimonio”, su símil de aquellos años. Los peores niveles de pobreza por ingresos se experimentaron en 1996, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando se llegó a 69% de la población.
El reporte de Coneval también señala que la pobreza extrema por ingresos aumentará entre 4.9 y 8.5 puntos porcentuales, lo que significa que pasará del 16.8% de la población que había en 2018 (21 millones de personas) a 21.7% o hasta 25.3% este año (26.9 a 31.3 millones de personas), lo que equivale a hasta 10 millones de personas adicionales que no tendrán recursos ni para comprar una canasta básica.
Esos niveles de miseria extrema por ingresos no se veían desde 1998 (tres años después de la gran recesión de 1995), cuando había 33 millones de personas cuyos ingresos estaban por debajo de la línea de bienestar mínimo, es decir, no les alcanzaba ni para comprar los alimentos básicos.
Ante la gravedad de la situación, Coneval aconseja a los tres niveles de gobierno garantizar que las familias mexicanas cuenten con el capital necesario que les permita amortiguar los efectos por la falta de ingresos. También sugiere garantizar el acceso a agua potable, pues “7.2 por ciento de la población habita en viviendas sin acceso al agua, lo que representa 9.1 millones de personas que no pueden, entre otros aspectos, lavarse las manos con agua y jabón”.
El reporte de Coneval alerta que hay sectores de la población que afrontan esta pandemia con mayores desventajas como las mujeres, los trabajadores tanto del sector formal como del informal, las personas desempleadas y las micro, pequeñas y medianas empresas, los jornaleros agrícolas, y niñas y niños, cuyo aprendizaje se ve afectado por falta de acceso a las nuevas tecnologías.
“La crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleven a encontrarse en condiciones de pobreza o vulnerabilidad”, señala el organismo.