Aislar a un grupo de personas para ser observadas todo el tiempo por cámaras de video es el concepto del llamado Big Brother, programa televisivo surgido en 1999 en Holanda, en donde la última reedición de este show ha desatado varios cuestionamientos por el reto llamado “congelados”.
Se trata de una prueba a la que son sometidos los inquilinos de la casa usada para el desarrollo de este reality show, la cual consiste en que al escucharse freeze (congelado en neerlandés) todos los participantes deben permanecer inmóviles por determinado tiempo.
Aquellos que logran “congelarse” por el tiempo que dura el reto obtienen cierto beneficio, como comida tres veces al día o una distracción de la que normalmente no pueden gozar.
Pero el verdadero desafío no se entiende únicamente en permanecer quieto, sino en lo que ocurre durante el tiempo que los inquilinos permanecen inmóviles. Y es que la prueba consiste en que durante ese lapso se deja entrar a la casa a un familiar o mascota de alguno de los presentes.
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Uno de los últimos retos en Big Brother Holanda consistió en dejar pasar por unos segundos a un perro que es mascota de una de las participantes. Al escuchar freeze los inquilinos hicieron lo propio, la dueña del can se encontraba en la cocina junto a otros tres compañeros.
La expectativa por saber quién sería el “beneficiado” del día era alta, como cada que se presenta el desafío. Al percatarse de que se trataba de su mascota, la participante no se pudo contener, más al ver cómo su peludo amigo se percató de su olor y lo siguió hasta dar con ella.
Se llevó las manos a la cara para taparse los ojos, pero no pudo evitar el llanto. Tras ser olfateada por su perro durante unos segundos, éste siguió su camino hasta salir de la casa. Acto seguido la voz dio la orden para “descongelarse”, para que así la joven dejara de contener la emoción y fuera consolada por el resto de sus compañeros.
Este challenge ha generado críticas al programa televisivo, al cual se acusa, no solo por el reto sino por el concepto como tal, de lucrar con la intimidad y sentimientos de las personas a cambio de liderar los indicadores de la audiencia.
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