En Estados Unidos, donde los huracanes, tornados e inundaciones son una realidad, el fenómeno meteorológico que más mata, sin duda, es el calor.
Es por eso que María Vélez, de 53 años, preocupada por el tema, decidió participar en una campaña destinada a cartografiar estas islas de calor en el condado de Montgomery, en la comunidad de Silver Spring, a las afueras de Washington, justo al norte de la capital estadounidense.
La iniciativa está encabezada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que desde hace seis años ha permitido estudiar unos 70 condados de todo el país, con la ayuda de sus habitantes.
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“Me inscribí de inmediato (...) Pensé que esto es exactamente lo que debería hacer el condado: aprender lo que está pasando con el cambio climático y cuáles son los impactos”, comentó María Vélez, quien es profesora universitaria.
En total, más de 100 personas participaron en el experimento ese día: 57 equipos de dos recorrieron 19 rutas diferentes, cubriendo más de 500 kilómetros cuadrados del condado.
La temperatura se midió a lo largo de cada ruta tres veces durante la jornada: a las 6:00 de la mañana, a las 3:00 y 7:00 de la tarde. Los elegidos podían recibir unas decenas de dólares en compensación, pero más del 60% no se llevó el dinero.
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