Reuters
Los territorios franceses de ultramar y algunos residentes en otros países comenzaron a votar el sábado en las elecciones presidenciales francesas, un día antes de unos comicios presidenciales que podrían cambiar el panorama político mundial.
De los 47 millones de votantes franceses registrados, hay un poco menos de un millón de residentes en lugares lejanos como la Polinesia Francesa en el Pacífico Sur y Guadalupe, la Guayana Francesa y Martinica en el Caribe.
La primera ronda presidencial permitirá a dos de los 11 candidatos llegar a una segunda vuelta en 2 semanas con el objetivo de elegir un nuevo presidente para Francia, un país central en la Unión Europea, en la alianza de la OTAN, un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a la quinta mayor economía del mundo.
Con dos candidatos antiglobalización que poseen políticas que podrían dividir a la Unión Europea, el voto es de gran importancia para el status quo político internacional y para los inversores.
Las encuestas dicen que el centrista y proeuropeo Emmanuel Macron es el el favorito para ganar los comicios presidenciales, pero no tiene un partido con tradición que lo respalde y hasta hace poco era un desconocido.
Sus tres principales rivales, según los sondeos, son la nacionalista Marine Le Pen, el candidato de extrema izquierda Jean-Luc Melenchon y el conservador Francois Fillon.
Los votantes de la pequeña isla francesa de Saint-Pierre y Miquelon, al sur de la Terranova de Canadá en el Atlántico norte, fueron los primeros en comenzar a votar el sábado por la mañana. Los resultados permanecerán sellados hasta el domingo por la noche después de que se vote en Francia continental.
Francia votará bajo estricta seguridad, con más de 50.000 policías y otros agentes de seguridad movilizados para las elecciones.