Los reportes del hallazgo y “rescate” de personas migrantes en el país abandonadas por decenas a bordo de camionetas o hasta camiones quedó atrás. Actualmente, se registran cada vez más casos de traslados forzados, hacinamiento y secuestros que convierten este fenómeno en algo desbordado. Tan solo en los últimos cinco años, ha experimentado un aumento de más del 5,000 por ciento. Y sigue creciendo.
Una muestra de esto fue la localización, el pasado lunes, de más de 700 personas, incluyendo menores, provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador y Nicaragua, en una bodega del municipio de Cuaxomulco, Tlaxcala. Pero se trata sólo de la punta de este iceberg.
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Los informes de gobierno de los últimos cinco años respecto al “Fortalecimiento de la Estrategia de Control Migratorio” en el que además de los Grupos Beta de Protección a Migrantes del Instituto Nacional de Migración (INM), participan también elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina da cuenta de ese incremento.
En 2019 las personas en movimiento rescatadas en el país fueron más de 24 mil, sin embargo, la cifra se incrementó gradualmente durante los años siguientes, pues entre septiembre de 2022 y el primer semestre de 2023 estos rescates ascendieron al millón 360 mil 897 personas, según el último informe del gobierno federal.
Especialistas consultados por ejecentral advirtieron que este fenómeno seguirá agudizándose este año, y que se debe a una serie de factores que tienen que ver con el inédito incremento del flujo migratorio del al menos los últimos dos años: un mayor empoderamiento de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de personas, y como un daño colateral del endurecimiento de las medidas de contención.
De mal en peor
Para Tonatiuh Guillén López, profesor del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, en la dimensión de esa situación deben considerarse los históricos flujos de migrantes que arribaron al país entre 2022 y 2023 “los más altos en toda la historia”, con un cálculo de entre 50 a 60 mil personas al mes, por lo que el hallazgo de 100 o mil “no es ni siquiera el flujo total que oscila entre las dos mil y dos mil 500 personas por día”.
El extitular del INM señaló que si bien las detenciones de grandes cantidades de personas son un fragmento de las que transitan por el país, el hecho de que los factores de expulsión de origen “siguen siendo muy dramáticos y muy intensos, eso sí está persistiendo y por eso es probable que este año sea parecido a los anteriores”, advirtió.
Guillén López señaló que el aumento de estas detenciones o rescates masivos retratan también la implementación de mayores mecanismos de control a los que se comprometió el gobierno de México ante la presión de Estados Unidos, lo cual “está generando detenciones que están en ascenso”.
Escala el tráfico y la violencia
Ante la paradoja de que, a un mayor número de personas en movimiento, también es de mayor escala el tráfico y la ganancia, que muchas veces terminan en abusos extremos como son los secuestros masivos e incluso asesinatos, el expresidente del Colegio de la Frontera Norte subrayó que “el gran ganador de ese escenario son las organizaciones traficantes”.
No obstante, lamentó que en los hechos “no hay ni una capacidad ni intención de atender y resolver situaciones críticas humanas. Hay intentos de contención y son muy grandes, incluso funciones de estados y municipios que no tienen nada que ver con el tema y están en tareas de contención de manera ilegal, como abiertamente lo hace Coahuila, por ejemplo, pero es la ruta equivocada porque al final lo único que se hace es ampliar el sufrimiento y el costo humano”.
Desde la perspectiva de Alma Eunice Rendón Cárdenas, coordinadora de las organizaciones Agenda Migrante y red VIRAL, casos como el de Tlaxcala evidencian el involucramiento y la disputa de grupos más poderosos detrás del tráfico humano, en el que cárteles como el del Noreste, el Jalisco Nueva Generación o el de Sinaloa operan en estados como Tlaxcala o Chiapas con subgrupos y brazos armados.
“Ya no es el pollero de antes; ahora trabajan para los cárteles más fuertes y sanguinarios que se están peleando este negocio, y eso también incrementa la violencia. Todo tiene que ver con el poder detrás del tráfico humano, un negocio tan redituable y de tantos millones de dólares anuales, pero al que no se le da el seguimiento”, apuntó la consultora internacional en temas de seguridad y migración.
En ese sentido, Rendón Cárdenas refirió que la Fiscalía General de la República (FGR), en conjunto con otras autoridades, tiene que dar seguimiento no sólo a los rescates sino a las detenciones de quienes movilizan o retienen a tantas personas, pues las autoridades locales como las policías municipales que suelen hacer los hallazgos no tienen la facultad ni la capacidad para dar seguimiento a esos delitos.
Así, la securitización de la migración, en un año de elecciones en México y Estados Unidos, “y el hecho de que los republicanos utilicen la migración como eje central de su campaña va a dificultar mucho el que esto cambie en el corto plazo”, apuntó Eunice al señalar que esto provoca “que los migrantes tomen caminos más riesgosos, utilicen a estos criminales para pasar y que los grupos se dispersen”. Al menos 726 personas migrantes fueron localizadas en una bodega del municipio de Cuaxomulco, en Tlaxcala.
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