En la tragedia que es para los migrantes latinoamericanos la migración hacia Estados Unidos, parte importante de la travesía es poder resistir el clima cambiante de nuestro país.
Este fue el caso de un grupo de migrantes que tuvieron que ser rescatados en el Río Bravo, los cuales ya presentaban síntomas derivados del intenso frío que azota la parte norte de México.
Elementos de Grupo Beta Piedras Negras del Instituto Nacional de Migración (INM) rescataron en Coahuila a una familia de migrantes originarios de Colombia que se encontraban sobre rocas del río.
Para sacarlos del sitio, fue necesario el uso de un aerobote para llegar a ellos en el punto conocido como Puente de Ferrocarril; donde les colocaron un chaleco salvavidas a dos menores de edad mujeres, la mamá y el papá para luego ser trasladados a tierra firme del lado mexicano.
Los rescates de migrantes en la frontera, sin importar que estén en medio de la línea divisoria, corren a cargo de México, pues ni eso quieren hacer los estadounidenses.
En el lado mexicano, los esperaba una ambulancia del Heroico Cuerpo de Bomberos de Coahuila para ser llevados al Hospital Salvador Chavarría para una valoración médica; ya que presentaban síntomas de hipotermia.
Los integrantes de la familia narraron que en su intento por cruzar a suelo de Estados Unidos quedaron atrapados entre lo profundo del cauce, las bajas temperaturas y la fuerza de la corriente del agua. DJ
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