ROMA, Italia. La organización alemana Sea-Watch, que rescató el sábado a 33 migrantes frente a la costa de Libia, exhortó este domingo a los Estados europeos a “encontrar una solución” rápida para permitirles desembarcar antes de Navidad. Los migrantes se encontraban en una embarcación precaria en las aguas internacionales cuando fueron rescatados por el “Sea-Watch3", de bandera holandesa. Provienen de Nigeria, Libia, Costa de Marfil y entre ellos hay seis niños y cuatro mujeres. “Pedimos un puerto seguro para desembarcar a estas personas”, explicó a la AFP Ruben Neugebauer, portavoz de la ONG. “Vamos a tratar de encontrar un puerto seguro antes de Navidad, porque el 25 el tiempo va a empeorar, es por eso que exhortamos a los Estados europeos a encontrar una solución en las próximas 24 horas”. Al mismo tiempo, el “Open Arms”, un barco humanitario de la organización española Proactiva Open Arms, con unos 310 migrantes a bordo rescatados en el mar Mediterráneo, fue autorizado por Madrid a navegar por sus aguas después que Italia le cerrara sus puertos y el rechazo de Malta. El velero “Astral”, que pertenece a la oenegé, zarpó de Barcelona para encontrarse con el “Open Arms” y aprovisionarlo de comida y cobijas para ayudar a los migrantes a afrontar el viaje que puede durar varios días. Por razones médicas, Malta confirmó haber rescatado a un recién nacido y su madre, de 23 años, que fueron transportados en helicóptero, mientras que un somalí de 14 años, que viajaba solo y sufría las secuelas de los maltratos en Libia, fue evacuado durante la noche a la isla italiana de Lampedusa. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini (extrema derecha), no dudó sin embargo en reafirmar su postura este domingo: “Los puertos italianos están cerrados. ¡Detengan el tráfico de seres humanos!”. Para Malta e Italia, el área donde se rescató a los migrantes pertenece a Libia. Sin embargo, Sea-Watch asegura que el centro de coordinación de ayuda en Trípoli nunca respondió a sus llamadas. Además, un informe de la ONU reiteró el jueves que los migrantes fueron sometidos a “horrores inimaginables” en Libia. Según el informe, el caos que reina en ese país los deja “a merced de innumerables depredadores que los ven como productos para ser explotados y extorsionados”. A raíz del desmantelamiento del dispositivo de rescate militar y humanitario en la zona, unos 1.300 migrantes han muerto o desaparecido este año frente a Libia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esto representa una baja de 55% con respecto a 2017, pero al mismo tiempo, las llegadas cayeron 80%.