En su décimo informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó tres puntos a favor: el mejoramiento en la crisis sanitaria, la recuperación económica y elecciones libres y a favor de su partido.
Pasadas las 11 de la mañana, el mandatario llegó al Patio de Honor de Palacio Nacional. Por primera vez lo hizo solo, no estaba acompañado, ni siquiera estuvo presente, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.
Mejora crisis sanitaria y económica
El mandatario inició el Informe del Tercer Año del “Triunfo Democrático del Pueblo de México”, asegurando que los contagios y, sobre todo, las muertes por Covid-19 muestras un descenso.
“Aunque se trata de un comportamiento mundial, porque ya empieza a sentirse el efecto positivo en la aplicación de nuevos medicamentos, especialmente por la vacuna. No debemos dejar de reconocer el esfuerzo continuo hecho por el pueblo para ir recuperando poco a poco la normalidad”, apuntó.
Reconoció a los mexicanos que se cuidaron, que cuidaron a los adultos mayores y a todo el personal médico que arriesgó su vida para apoyar a los enfermos.
“Hemos hecho todo lo que humanamente es posible para enfrentar esta pandemia y salvar vidas, es público y notorio que informamos y respondimos a tiempo, que levantamos el sistema de salud que estaba en ruinas”, afirmó.
Insistió en que todos los pronósticos afirman que México crecerá alrededor de 6% este año, que no ha contratado deuda y que, como no se había visto en tres décadas, el peso no se ha devaluado.
Reconoce aumento de feminicidios
López Obrador dijo que se ha avanzado en seguridad pública, pese a haber heredado un gran problema, porque a su llegada “las bandas” ya estaban creadas, que no se formaron en los dos años y medio que lleva su gobierno. Que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cártel del Pacífico o del Golfo, no son nuevas “bandas”.
Así, destacó una disminución en la mayoría de los delitos de alto impacto; sin embargo, reconoció que ha habido un crecimiento de 14% en los feminicidios.
Elecciones favorables para Morena
Dijo que como pocas veces, no se llevaron a cabo elecciones de Estado, aunque no dejó de haber la “vergonzoza compra de votos”, pero no fue determinante, como sucedia en tiempos pasados. No hubo masacres, no se desató la violencia contra ciudadanos inocentes para infundir miedo.
La participación ciudadana para una elección intermedia, no estuvo mal. Votó el 52% de los empadronados, y algo muy importante, en esta ocasión no hubo protestas postelectorales por acusaciones de fraude.
El mandatario señaló que, a causa de la transformación que se vive, se terminó de orquestar un bloque opositor, un grupo reaccionario que siempre será respetado y tendrá libertad para ejercer su derecho a disentir: “son adversarios, no enemigos”.
“No los tratamos como ellos lo hicieron cuando nosotros estábamos en la oposición, no los vemos como enemigos a destruir, sino adversarios a vencer”, insistió.