Durante los primeros nueve meses de este 2022, el número de hogares que sufrieron de violencia en el entorno familiar pasó de 7.5 a 8.9 % en comparación con el mismo periodo de 2021. En el mismo lapso la cantidad de hogares violentados con un menor de edad como víctima despuntó en más de 12 %, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu) del Inegi.
De acuerdo con dicha encuesta, en el tercer trimestre del año en curso, la percepción de inseguridad en el país se redujo un 3 % en comparación con junio, además de que se incrementó la percepción de un “efectivo” desempeño de las autoridades.
Según los resultados de la encuesta levantada del 29 de agosto al 15 de septiembre de este año, el 64.4 % de la población de 18 años y más, residente en una de las 75 ciudades de interés consideradas, señaló como inseguro vivir en su ciudad, lo cual implica un “cambio estadísticamente significativo” respecto al porcentaje de junio pasado, que fue de 67.4 puntos porcentuales.
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Sin embargo, en el caso de otros indicadores, como la situación de violencia en el entorno familiar, la Ensu mostró que el 8.1 % de la población mayor de edad sufrió de ese tipo de violencia entre enero-septiembre del año en curso, lo cual implica un incremento en la cantidad de personas violentas.
De manera general el porcentaje de la población violentada al interior de sus hogares aumentó de 6.4 a 8.1, pero a diferencia del caso particular de los hombres, en donde el índice subió 0.9 %, el porcentaje de mujeres violentadas se disparó en 32 % al pasar de 7.2 a 9.5 puntos porcentuales.
Pese al incremento de la violencia en el entorno familiar, la encuesta identificó que la mayoría, con el 54.2 % de los casos, se trató de personas sin parentesco las identificadas como la o el principal agresor, mientras que casi en el 18 % resultó ser el cónyuge o la pareja sentimental los principales agresores.
La disparidad en cuanto a las víctimas de violencia por su sexo resultó muy evidente, pues los resultados advierten que además de una estimación del 5.2 % en el número de personas que resultaron violentadas en zonas urbanas, a través de ofensas o humillaciones por parte de algún miembro de su hogar. En el caso de las mujeres esa situación fue de un 6.6 % de las víctimas, mientras que en el caso de los hombres alcanzó el 3.7 %.
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