Además de la alta incidencia de homicidios dolosos y hechos violentos en estados como Michoacán, Zacatecas, Quintana Roo y Morelos, donde el gobierno federal ha desplegado una estrategia especial o reforzamiento de la seguridad, un delito que repuntó al inicio de este año fue el secuestro.
De acuerdo con la última actualización estadística de la organización Alto al Secuestro, dichos estados —considerados como “prioritarios”—, se ubicaron en enero dentro de los que registraron el mayor número de secuestros, tanto en número absolutos como en la tasa por cada 100 mil habitantes.
En el caso de Michoacán, donde la semana pasada incursionó el Ejército y la Guardia Nacional en la región de Tierra Caliente ante la ola de violencia que han desatado los grupos criminales enfrentados en varias partes del estado, se registró el mayor número de casos al sumar un total de 11 y se ubicó en el segundo lugar con la mayor tasa por cada 100 mil habitantes.
Sobre la incidencia del mes anterior, la asociación civil ubica por debajo de Michoacán con más secuestros al estado de México (8), Oaxaca y Veracruz con cinco casos cada uno. Sin embargo, en cuanto a la tasa por cada cien mil personas, Zacatecas se colocó a la cabeza con la mayor incidencia, seguido de Michoacán; mientras que Quintana Roo, Morelos y Oaxaca completaron la lista.
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Tras varios meses de haber registrado una incidencia a la baja, a nivel nacional los secuestros repuntaron en un 3% en cuanto al número de casos respecto a diciembre de 2021, la cantidad de víctimas se cálculo en un aumento del 29.5% con un total de 114; mientras que la cifra de detenidos alcanzó un total de 35, lo cual implicó una disminución de más del 72% en comparación con los 127 detenidos a finales del año pasado.
Respecto a enero, un total de ocho entidades consiguieron, de acuerdo con el seguimiento de Alto al Secuestro, un registro de cero secuestros: Baja California Sur, Campeche, Ciudad de México, Colima, Durango, San Luis Potosí, Tamaulipas y Yucatán.
En lo que va de la administración actual —diciembre de 2018 a enero de 2022— se tiene un registro de 4 mil 378 secuestros, los cuales representan una disminución del 39.7% con respecto a los más de 7 mil secuestros contabilizados en el mismo periodo del gobierno de Peña Nieto; pero implica un alza del 171.6% en comparación con los 2 mil 675 registrados durante el gobierno de Felipe Calderón.
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