Miami/AFP. El abogado del hombre que fue ejecutado la noche del jueves en Arkansas, el último de una serie de ejecuciones apresuradas en ese estado estadunidense, exigió una investigación el viernes porque el interno sufrió y convulsionó durante la “horrenda” administración de su inyección letal.
“Los relatos de la ejecución de Williams son horrendos”, escribió en un comunicado uno de sus defensores, Shawn Nolan.
“Los informes de periodistas señalan que pasados tres minutos del inicio de la ejecución, nuestro cliente comenzó a toser, convulsionar y sacudirse con un sonido que se podía escuchar incluso con el micrófono apagado”.
Nolan añadió que su equipo exige una “investigación completa” sobre lo ocurrido, mientras la organización de derechos humanos ACLU acusó al gobernador Asa Hutchinson de ignorar los “bien documentados riesgos” del midazolam, el medicamento en el centro de la polémica.
Kenneth Williams, de 38 años y autor de cuatro homicidios, murió poco antes de la medianoche del jueves luego de que abogados, activistas e incluso la hija de una de sus víctimas mortales hicieran lo posible para que la justicia le concediera clemencia.
Pero la Corte Suprema de Justicia desestimó todos los recursos de último minuto y el hombre recibió el sedante midazolam -el primero de los tres medicamentos que conforman el cóctel letal- a las 22H52 locales.
Williams era el último de los ocho reos de la apretada agenda de ejecuciones que había previsto Hutchinson para este mes, argumentando que sus existencias de midazolam se vencen este domingo. De los ocho hombres, la mitad logró postergar la pena capital.
Los periodistas que atestiguaron la ejecución del jueves declararon que Williams comenzó a sacudirse tres minutos después de recibir el midazolam.
“Su pecho se sacudía fuertemente y se escuchaban ruidos”, describió la reportera de Fox 16 Donna Terrell. “El micrófono estaba apagado y aún así lo podíamos escuchar (...) Sonaba como si estuviera dando bocanadas, intentando respirar”.
El abogado Nolan señaló que “esto es muy alarmante, pero no es para nada sorprendente dada la historia del riesgoso sedante midazolam, utilizado en muchas ejecuciones chapuceras”.
El relato de los periodistas que estuvieron en el lugar recuerda el caso de Clayton Lockett, quien luego de recibir el midazolam aparentemente despertó y se contorsionó, sufriendo visiblemente, durante su accidentada ejecución en Oklahoma (centro) en 2014.
También Alabama, en el sureste, utilizó el midazolam en la ejecución de Ronald Smith en diciembre de 2016. El hombre se sacudió y jadeó por casi 15 minutos antes de morir.
Reacciones involuntarias
Varios de los recursos de último minuto que buscaron suspender las ejecuciones de este mes en Arkansas argumentaron que el midazolam no es capaz de sedar adecuadamente a los prisioneros y conlleva por tanto el riesgo de causarles más sufrimiento, lo cual es inconstitucional.
“Los informes de que Kenneth Williams tosió, convulsionó y se sacudió durante su ejecución eleva serios interrogantes sobre si el estado, en su apresuramiento por utilizar sus existencias de midazolam antes de que expirara, violó la octava enmienda de la Constitución que prohíbe el castigo cruel e inhumano”, dijo Rita Sklar, directora de ACLU de Arkansas.
Ante tales acusaciones, el portavoz del gobernador Hutchinson, J.R. Davis, defendió a su jefe diciendo que Williams sólo había experimentado “reacciones musculares involuntarias” durante su ejecución.
El senador estatal de Arkansas Trent Garner, republicano, también contradijo los informes de los periodistas al escribir en Twitter que él había presenciado la ejecución y que ésta había sido “efectiva, eficiente y respetuosa”.
https://twitter.com/Garner4Senate/status/857842911974756352
“El reo no sufrió ni parecía tener dolor. Su rostro estaba en calma. No fue cruel, inusual, chapucero ni una tortura”.
https://twitter.com/Garner4Senate/status/857848400569618434
Kenneth Williams había sido condenado inicialmente a reclusión perpetua por haber violado y matado en 1998 a la estudiante Dominique Hurd.
Williams escapó de la prisión en 1999 y en su fuga mató a Cecil Boren. Luego robó la camioneta de su víctima y escapó hacia Missouri, donde provocó un accidente de tránsito que le causó la muerte a Michael Greenwood.
Mientras la hija y la viuda de Greenwood pidieron que le perdonaran la vida, la viuda de Boren apoyó su condena. DA.