Desde mayo pasado, las remesas han marcado un volumen por arriba de los 5 mil millones de pesos, un nivel que nunca se había rebasado. Según la información del Banco de México, el envío de dólares de connacionales en el extranjero a sus familiares en nuestro país durante septiembre fue por 5 mil 030 millones 820 mil dólares, un crecimiento anual de 14.1%, o de 621.88 millones más que hace 12 meses.
Sin embargo, medido mensualmente, es su segundo mes consecutivo desacelerando. De agosto a septiembre, las remesas cayeron 1.77%, o ingresaron 90.7 millones de dólares menos. Un mes antes, la caída fue de 3.31%, o una resta de 175.3 millones de dólares.
En julio, las remesas alcanzaron un récord de 5 mil 296.8 millones de dólares y desde ese punto han ido en declive.
El gobierno ha presumido la llegada de remesas a México como un logro de su administración por otorgar las condiciones para que los connacionales tengan la confianza de mandar recursos a sus familiares. Sin embargo, el enviar dólares a sus seres queridos obedece a la solidaridad que viene acompañada de una mejora salarial y un mercado laboral robusto en Estados Unidos, ya que de ese país emanan principalmente esos recursos y es donde está el mayor número de mexicanos fuera de México.
Por el lado contrario, las remesas de extranjeros con residencia en México hacia sus países de origen fue de 88 millones de dólares, una caída anual de 17.5%, y mensual de 1.12 por ciento.
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