¿Qué son las tradiciones? Son el conocimiento vivo y existente de nuestras raíces, un conjunto de ideas que han permanecido vivas a través de los años.
¿Por qué son importantes? Porque transmiten los valores compartidos, las historias y los objetivos de una generación a otra. Motivan a las sociedades a crear y a compartir la identidad que las unifica (identidad colectiva) y, a la par, sirve para dar forma a las identidades individuales.
Las tradiciones son una visión del mundo, son claras manifestaciones de cómo un grupo social percibe la realidad y de los momentos o transiciones significantes de la vida como, por ejemplo, la transición entre la infancia y la edad adulta.
Cuatro puntos clave sobre las tradiciones:
1. Se trata de un ritual ceremonial. 2.Es colectiva y social. 3. Son cuidadas por personas (historiadores), que tienen el acceso a ese conocimiento y se encargan de difundirlo. 4. Apelan a la emoción de los individuos que participan, para lograr un mayor sentido de conciencia. Una tradición puede tener gran impacto en cómo la persona se ve a sí misma a futuro.
Comunidad
Fortalecen los lazos que hay dentro de una comunidad y el sentido de pertenencia. El Día de Acción de Gracias, que se celebra en Estados Unidos, es un buen ejemplo de esto. Es una fiesta nacional en la que se prepara una comida especial y se comparte con los seres queridos y amigos cercanos. Contribuye a reforzar y a mantener lo que significa ser ciudadano de ese país.
La cultura en la que nos desenvolvemos desde pequeños, define nuestra forma de observar al mundo y nos ayuda a encontrar esa conexión con nuestras raíces. Pertenecer a un grupo social es una necesidad humana y se expresa a través del aprendizaje y de seguir cosechando una herencia étnica, religiosa y cultural.
Tradiciones familiares Al igual que en las grandes comunidades, en las familias se vuelve una fuente de identidad. Enseña a las nuevas generaciones el origen de la familia y son recordatorios de episodios que le van dando forma al núcleo, por ejemplo, pasar vacaciones de invierno en la casa de algún familiar.
Muchos estudios han demostrado que las familias que tienen más tradiciones, desarrollan una conexión emocional mayor que las que no.
Las tradiciones nos ayudan a mantenernos conectados y, viéndolo desde otra perspectiva, también son una gran oportunidad para abrirnos a otras culturas, hacer intercambios y apreciar las diferencias que existen entre unas y otras.
Religiones Este tema puede abrirse a muchos debates, pero lo evitaré y me centraré en el punto al que quiero llegar. Ya he explicado que uno de los puntos relevantes de las tradiciones, es que nos dan una identidad, nos recuerdan nuestras raíces y nos une a una determinada comunidad.
Con todo lo que ha pasado en el mundo, me cuestioné, ¿si todos profesáramos la misma religión, las cosas serían diferentes? Y eso también me hizo preguntarme, ¿y qué religión es la que deberíamos seguir, para llegar a esa unidad como comunidad a nivel global?
En redes sociales, encontré una imagen con las siguientes sabias palabras:
“Buda no era budista. Jesús no era cristiano. Mahoma no era musulmán. Ellos eran maestros que enseñaron el amor. El amor era su religión.”
¿Se imaginan cómo sería el mundo, si todos profesáramos la religión de el amor al prójimo, sin importar el color de piel, el poder adquisitivo, el país de origen, el idioma, la sexualidad y cualquier otra etiqueta estúpida que pueda existir para dividir?
Igual y sueño demasiado, pero creo que todos seríamos más humanos si lo intentáramos. Si esa fuera nuestra mentalidad, las guerras no tendrían lugar, porque en donde existe el amor siempre reinará el perdón y no habrá lugar para el rencor.
Todos deberíamos recordarlo. Jesús, Buda y Mahoma profesaban el amor; esa era su religión.