¿Qué es la violencia?
Es la ruptura de las relaciones humanas y una muestra de que se ha perdido la capacidad de comunicación. La persona que tiene una conducta violenta carece de autocontrol y por ende busca someter a otros. La violencia no es normal.
Violencia emocional La violencia psicológica es un tipo de agresión que se acentúa con el tiempo, se caracteriza por un patrón que es sostenido y repetitivo (es un proceso de degradación sistemática). Mientras más persista más se desgastará la autoestima de la persona que lo padezca, causando un daño grave e incapacitándola para la toma de decisiones y para defenderse del agresor.
Este tipo de violencia no es tan obvia como lo sería la física y por eso pasa desapercibida; debemos ser conscientes de que la violencia emocional se puede disfrazar de diferentes apariencias que maquillan el maltrato.
El agresor siempre va a necesitar rebajar a alguien para elevar el autoestima y sentir control y poder. De ahí que siempre busque desestabilizar a la víctima por medio de la humillación y la denigración.
Las relaciones y el abuso psicológico
La relación que cause cualquier tipo de dolor o de sufrimiento, sin importar el cariño aparente que parezca existir, es una relación enferma.
Para que este tipo de relación se dé, se necesita del que abusa y del que se deja abusar. De ahí que sea tan importante comprender que las dos actitudes no son correctas, sino todo lo contrario y que lo más peligroso de una relación destructiva es permanecer en ella.
Las justificaciones “tengo mala suerte con los hombres/mujeres”, “no fui hecha/hecho para tener pareja”, “es que el amor siempre duele”, sólo alimentan y reafirman el abuso psicológico y la permanencia en él.
Consecuencias:
- Físicas: estrés, ansiedad, problemas de alimentación, alteraciones en el sueño, irritabilidad, apatía, debilidad, inapetencia sexual.
- Emocionales: baja autoestima, depresión, dependencia emocional, sentimientos de culpa, dificultad para tomar decisiones, ataques de ira, inseguridad, sentimientos de frustración y de impotencia.
- Sociales: aislamiento, adicciones a sustancias químicas, descuido de la apariencia física.
Señales que nos ayudan a detectar el abuso emocional
- Busca tener control sobre ti, tus pensamientos, economía, vestimenta, celular, redes sociales, horarios, etc.
- Le molesta que pases tiempo con amigos o familiares.
- Te sientes obligada/obligado a tener relaciones sexuales para evitar un enfado.
- Minimiza todo lo que eres y lo que haces, te obliga a ceder siempre aunque tengas la razón y vives con miedo.
- Te humilla, especialmente en público, te cela de forma enfermiza y usa el chantaje emocional para lograr sus objetivos.
- No toma en cuenta tu opinión, te da órdenes y no te permite ser tú mismo.
- Se burla de ti. Una de las formas más violentas, detestables e impunes es la burla. Es una práctica humana, ya que ningún animal, por muy agresivo que sea, se burla de otro.
- Es sarcástico. El Diccionario de la Real Academia lo define así: “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo”.
Tenemos que entender que la víctima no tiene la capacidad de defenderse, no reacciona porque no sabe o no se atreve a hacerlo. Sufre de mucha angustia, misma que la entorpece y la lleva a cometer “errores” que alimentan el coraje del agresor. No hay cuerpo que pueda soportar tanta tensión por un tiempo prolongado. La resistencia se acaba y ahí es cuando se producen desórdenes funcionales y orgánicos. “Cuando finalmente se manifiesta una enfermedad terminal como el cáncer, nadie la relaciona con su situación ni con su verdugo”, Dr. Ernesto Lammoglia.
Para lo único que sirve una relación que te causa dolor, es para mostrarte lo que no deseas en tu vida. Por favor abre los ojos.