La teoría sociológica tradicional ha dividido las clases sociales en tres: proletariado, clase media y burguesía. Sin embargo, con los cambios, las crisis del siglo XXI, la globalización, la concentración del capital y las diferentes tendencias sociales que existen, han provocado que, tras un estudio hecho en Inglaterra, se haya llegado a la conclusión de que ahora son siete las clases sociales que existen en nuestra sociedad.
Las personas encargadas del estudio se apoyaron de tres criterios: el capital económico (riqueza), el social (redes de relaciones personales) y el cultural (intereses y educación). Notaron que el modelo tradicional de división de clases sociales no es completo a la hora de reflejar los cambios en nuestra sociedad, ya que estos grupos se han subdivididos en grupos con características diferentes.
El profesor Mike Savage de la London School of Economics, responsable del estudio, nos comparte que la clase media es la clase social que más alteraciones ha sufrido. Muchos llegaron a pensar que iba a desaparecer, pero ha sucedido todo lo contrario; se ha subdividido y descompuesto en varias clases sociales y forma parte del 15% de la población.
Refiriéndome al estudio publicado en Inglaterra, les compartiré los resultados.
Elite: Forma el 6% de la población. Es el nivel más alto y se diferencia de otras clases con poder adquisitivo por haber accedido tarde al éxito económico. No tiene los mismos intereses culturares ni las mismas relaciones sociales.
Clase media establecida: Tienen un alto poder adquisitivo, aunque en menor medida comparado con la élite. Ellos no toman las grandes decisiones económicas ni políticas, son definidos como “gregarios” y por el nivel económico que poseen ya empiezan a adoptar comportamientos de las personas que forman parte de la élite. Es un grupo más abundante (25% de la población).
Clase media técnica: Son los que coloquialmente conocemos como “nuevos ricos”. Tienen un alto capital económico pero un bajo capital social y cultural. Con el tiempo logran cambiar de clase media técnica a clase media establecida.
Nuevos trabajadores prósperos: Son profesionales que cuentan con un capital medio social y cultural más alto que el económico. Son personas jóvenes y muy activas.
Clase trabajadora tradicional: Este grupo ha disminuido durante los últimos años. Hoy sólo representa un 14% de la población. No son catalogados pobres pero sí tienen un capital económico, social y cultural bajo.
Trabajadores del sector servicios emergentes: Esta es una de las nuevas clases sociales. Lleva al extremo las características de los nuevos trabajadores prósperos; poseen un capital económico más bajo pero el capital cultural y social es muy alto. La mayoría vive en los entornos urbanos y son personas de 34 años aproximadamente.
Precariado: Conforma el 15% de la población, el capital económico, social y cultural es extremadamente bajo, es una minoría la que tienen educación superior y el 80% renta un cuarto o departamento.
Me llamó la atención este estudio porque noto que hay cierto clasismo que sólo divide más lo que ya está dividido sociológicamente. Alguna vez una conocida me dijo “espero que mi muchacha nunca aprenda a leer porque si lo hace, ya no me va a querer limpiar la casa”. Creo que todos, sin importar la clase social a la que pertenecemos, deberíamos tener las mismas oportunidades para mejorar nuestro capital económico, social y cultural. No todos tuvimos la oportunidad de nacer en una cuna de oro, pero eso no debería ser impedimento para superar nuestras expectativas profesionales.
Ojalá aprendiéramos a ser una sociedad abierta y menos “etiquetadora”. Que valoráramos más el esfuerzo y la dedicación, que el código postal.
