Intermedio

8 de Noviembre de 2024

Rebeca Pal

Intermedio

Estamos en un intermedio, podemos tomar un pequeño descanso de las precampañas, pero ¿realmente podemos?

Siendo sincera no me gusta hablar de política, no es mi fuerte y reconozco que soy ignorante en muchos temas. Tampoco me gusta porque suelen ser tópicos negativos y estoy saturada de escuchar, todos los días, la misma basura que contamina una y otra vez.

Sin embargo hoy decidí escribir de esto, no porque sea tema de coyuntura, que sí lo es, sino porque quiero compartirles lo que me sucedió hace unos días. De vuelta en Madrid, fui a hacer un trámite. Me atendió un español, que se mostró bastante serio hasta que supo que era mexicana. Me sonrió, por fin, y me dijo que tiene muy buenas amistades que son de México, estuvo hace unos años en mi querido país y le encantó. También me contó que los amigos fueron por él al aeropuerto y lo llevaron en coche a todos lados para evitar asaltos y secuestros. Esto último no me dio mucha gracia, eché la cabeza hacia atrás e intenté tronarme el cuello.

También me comentó que le sorprende cómo los políticos han robado y siguen haciéndolo sin consecuencias, y cómo es posible que los mexicanos lo aceptan. “Da tanta pena que a la gente tan carismática, como es la tuya, le roben y abusen de esa forma. Ojalá que para estas nuevas elecciones les roben menos”. Esto para mí fue el colmo.

Justin Trudeau:

“El crecimiento depende de los frutos de un comercio justo. Para tener una situación de ganar, ganar, hay que asegurarnos que se consigan mejores normas, mejores salarios y mejores condiciones de trabajo”.

“Nuestro reto está en asegurarnos que todos se beneficien del crecimiento económico, y esto lo haremos siguiendo una visión progresista y ambiciosa de lo que pueda y deba ser el futuro (…) Tenemos que asegurarnos que los trabajadores sean protegidos por normas laborales progresistas, tienen que saber que los gobiernos y sus empleadores los cuidan”.

Nelson Mandela:

“Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.

“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión”.

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” “Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”.

Sir Winston Churchill:

“Algunos hombres cambian su partido por el bien de sus principios; otros sus principios por el bien de su partido”.

Franklin D. Roosevelt:

“La nación que destruye su suelo, se destruye a sí misma”.

Abraham Lincoln:

“Cuando hago el bien, me siento bien; cuando hago el mal, me siento mal, y esa es mi religión”.

¿Por qué no podemos tener gobernantes así? O mejor aún, ¿por qué no podemos ser ciudadanos así?

En el artículo La corrupción que corre por nuestras venas, pedí que no permitamos que la corrupción sea la base de nuestra cultura. No esperemos que los cambios los hagan los políticos, los cambios los hace el pueblo cuando elige excelentes funcionarios. Creo que quedó claro el precio que pagamos por los que votaron por un copetazo y una cara con perfil de telenovela de Televisa.

No nos engañemos, en un sexenio no se pueden hacer grandes cambios, pero sí grandes destrozos.