Vergüenza es lo que siento cada vez que alguien me pregunta: Tú que vives en Madrid, ¿qué opinas de la supuesta disculpa que el Rey de España tiene que dar a México por la conquista? Lo veo tan estúpido como si les digo que ahora me quiero divorciar porque mi marido es español, y los españoles nos conquistaron hace 500 años, o como si les dijera que tengo prohibida la entrada a México por haberme casado con un español, vivir en Madrid y haber traicionado mis raíces, como lo hizo la Malinche.
“No es el propósito resucitar diferendos, sino ponerlos al descubierto, porque todavía, aunque se nieguen, hay heridas abiertas y es mejor reconocer que hubieron abusos y se cometieron errores… Se cometieron actos de autoritarismo, de avasallamiento, se asesinaron miles de personas durante todo este periodo. Se impuso una cultura, una civilización sobre otra. También se excomulgó a quienes son los padres de nuestra patria, a Hidalgo y a Morelos. Todo esto debe narrarse, debe saberse, se debe conocer también de lo que significó el saqueo colonial de nuestros recursos naturales… No podríamos conmemorar los 500 años sin ponernos al corriente con lo que aconteció.” Cada vez que leo esto siento pena ajena. Para mí sólo existe una finalidad, que es la de desenterrar y revivir el rencor de una historia de la que no fuimos testigos. ¿Por qué exigir disculpas por algo que no nos tocó vivir? Creo que es una estupidez abrir heridas del pasado y más si hablamos de un pasado de hace 500 años. ¿Qué quiere?, ¿que odiemos los acontecimientos y las personas involucradas en nuestra historia?, ¿nacionalismos extremos?, ¿xenofobia?
La reconciliación plena se da cuando se tiene la inteligencia, la preparación y la humildad para comprender que los errores del pasado, nos enseñan y nos ayudan a forjar un futuro en donde existe la seguridad de que no se volverán a cometer las mismas atrocidades. Por desgracia en la historia de la humanidad no ha habido un pasado libre de actos bélicos, y no sirve de nada estancarnos en él y seguir haciendo luto por la sangre derramada. El futuro debería ser nuestra meta y el presente nuestro trabajo continuo para mejorar como sociedad, que mucha falta nos hace.
La respuesta que el gobierno español dio es muy sensata y la comparto: “La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva.” López Obrador no sólo ha creado enemistad entre el pueblo mexicano, ahora también busca hacerlo con otros países. Es él el que tiene que pedir disculpas al resto de mexicanos que no pensamos así, y nos vemos afectados por sus peticiones. Comparto lo que el escritor español Arturo Pérez-Reverte publicó: “Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí. Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza.”
Y como mexicana, si he de esperar una disculpa absurda, coincido con lo que una amiga compartió en redes sociales: “Que España se disculpe por no haber hecho más temporadas de El Gran Juego de la Oca”.