El “Coco” de los adultos: la vejez

22 de Diciembre de 2024

Rebeca Pal

El “Coco” de los adultos: la vejez

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Gerascofobia es el miedo irracional de avejentarse, afecta la calidad de vida y provoca cuadros de ansiedad. Las personas que lo sufren, no quieren envejecer y viven con el temor del deterioro que el paso de los años hace y hará en ellos. La vejez está asociada con aspectos negativos (enfermedades, arrugas, dependencia emocional y física), esto en parte es erróneo porque el temor a cumplir años nace de mitos y actitudes negativas. Nuestras creencias alimentan este miedo, logrando que la vejez se vuelva una etapa muy difícil. Anti-aging El concepto es el anhelo de vivir más y aparentar menos edad. La psicóloga Elena Bisbal, del departamento de psicología de la Clínica Planas, informa: “El legítimo deseo de cualquier persona de sentirse bien consigo misma, la obsesión por parar lo inevitable, recurriendo a procedimientos excesivos y repetitivos, pueden conducir a la despersonalización”. Cuando usamos la palabra “despersonalización” estamos refiriéndonos a una patología que tiene que ser atendida para evitar un cuadro depresivo o elevados niveles de angustia. “Hay un mayor número de hombres que de mujeres que tienen miedo a envejecer… No existe una edad predeterminada; los principales desencadenantes son el desprecio a la experiencia y pensar que es imprescindible conservar el aspecto y las cualidades juveniles”, comparte la psicóloga. La coach de imagen, Sara Largo, culpó directamente a la sociedad occidental por alimentar este miedo: “No se vende como valor la sabiduría y la experiencia, y eso es sólo culpa nuestra. Dejamos que los medios de comunicación nos vendan personajes que la única virtud que tienen es ser jóvenes, mientras que se repudia la vejez”. Razones para no tener miedo Sabiduría: Conforme avanzamos en edad, adquirimos la experiencia que nos permite afrontar la adversidad. La sabiduría nos ayuda a tomar decisiones, asumir miedos, aprender a perdonar y mantenernos serenos en momentos difíciles.

Aprender de ti: Con el tiempo aprendemos a conocernos, sacar provecho de nuestras virtudes y trabajar en aceptar y convivir con nuestros defectos. Creo que venimos al mundo a conocernos y, para mí, eso le da un sentido especial a mi existencia.

Fuerza: Nuestra autoestima se vuelve más sólida y aprendemos a respetarnos para lograr sentirnos más cómodos en la piel que nos envuelve.

Hace unos meses escribí esto: “Vivimos en un mundo que está obsesionado con la imagen de la belleza y de la juventud. Sí, es normal que no queramos envejecer, porque nadie quiere perder la vitalidad ni que nuestro estado de salud se vea comprometido o nuestras facultades físicas empiecen a fallar. Da miedo pensar que los mejores años de nuestra vida los estamos dejando atrás y que no volverán, por mucho que nos aferremos a ellos. Ni Dios indaga o viaja en el pasado”. Hoy, que me volví a leer, reafirmo lo importante que es aprender a vivir sin miedo y sin aferrarnos a nada, eso incluye la vida misma.

Les dejo unas frases para que se animen a envejecer con gusto y con dignidad:

Nada nos hace envejecer con más rapidez que pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.”– Georg Christoph Lichtenberg.

Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años sólo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.”– Facundo Cabral.

“La juventud es el regalo de la naturaleza, pero el envejecimiento es una obra de arte.”– Stanislaw Jerzy Lec

“Puedes juzgar tu edad por la cantidad de dolor que sientes cuando entras en contacto con una nueva idea.”– Pearl S. Buck.

“Estamos aquí para reírnos del destino y vivir nuestra vida tan bien, que la muerte tiemble cuando nos lleve.”– Charles Bukowski.

Esta última frase es mi favorita. No sé cuánto tiempo viva pero lo que sí les puedo asegurar, es que la muerte bajará la cabeza y no podrá mirarme a los ojos cuando tengamos que partir.