He estado leyendo y viendo algunas películas en las que aparecen hombres súper dotados de inteligencia, pero con cierta falta de empatía o torpeza física. Y no fue hasta que decidí hacer un curso de verano, en el cual conocí a un profesor que hizo que la curiosidad me invadiera por completo.
Él es un escritor y profesor de escritura creativa, relato y psicoanálisis aplicado a la escritura. Es un genio, tiene un conocimiento que provoca envidia y un talento para la literatura muy especial. Cuando empecé el curso, noté que le costaba trabajo mantener el contacto visual y, por momentos, se trababa al hablar. Esto, acompañado de su inteligencia y de una película que acababa de ver (El contador), me puse a investigar sobre hombres y mujeres con aptitudes fuera de serie.
Después de leer y de investigar sobre diferentes tipos de autismo, llegué al síndrome de Asperger y, debo confesar, quedé atónita.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
Fue denominado así en 1943, después del trabajo del pediatra austriaco, Hans Asperger. Es un trastorno neuro-biológico que suele detectarse a temprana edad. Una de cada cinco mil personas tienen este trastorno y es más frecuente en hombres; uno de cada cinco son mujeres. Las características principales que se atribuyen a una persona con Asperger son:
- Dificultad para relacionarse con otras personas y para entender situaciones sociales.
- Les cuesta trabajo entender el lenguaje no verbal.
- Interpretan los mensajes literalmente; no comprenden las bromas ni las metáforas.
- No pueden mentir y hay torpeza motora (física).
- Inteligencia normal o superior.
- Intereses obsesivos.
La gran mayoría es muy inteligente, con una memoria fotográfica asombrosa, mejor conocida como memoria eidética. Las cualidades de las personas con Asperger son:
- Perfeccionismo y sensibilidad por los detalles.
- Respeto absoluto por las reglas.
- Pensamiento analítico y otra forma de inteligencia.
- Lógica irrebatible y memoria sobresaliente.
- Objetivo y honesto.
Tratamiento
El psicólogo es quien da el diagnóstico y quien puede poner en marcha los programas que fortalezcan el tratamiento, incluidas diferentes terapias para favorecer el desarrollo de la persona con el síndrome de Asperger. Las terapias cognitivo conductuales ayudan a evitar rutinas obsesivas y tienen como objetivo que la persona aprenda a manejar el estrés y la ansiedad, medir sus emociones y ser capaz de canalizarlas. Con esto hay una mejoría para adaptarse al entorno y al medio social. Los especialistas también recomiendan terapia de lenguaje para establecer patrones de interacción social.
El síndrome de Asperger en la historia
Fue hasta el año de 1981 que se hizo uso de la palabra Asperger para definir el trastorno, sin embargo, hay conocimiento de personajes importantes e históricos que lo padecieron, entre ellos: Albert Einstein, Isaac Newton y Beethoven. Hoy en día, se sabe que lo padece Bill Gates, Satoshi Tajiri (creador del videojuego Pokémon) y Steven Spielberg. Y en la televisión, el actor que da vida al personaje Sheldon Cooper de la serie The Big Bang Theory, interpreta a una persona con Asperger.
Actividad cerebral, ¿alta o baja?
Un dato curioso es que las personas más inteligentes tienen una actividad cerebral por debajo de la media. Esto significa que los circuitos cerebrales son más eficientes y necesitan menos recursos que los demás. La inteligencia no mejora pero en lo que sí podemos trabajar (y esto es algo en lo que las personas con el síndrome de Asperger, son excelentes) es en mejorar el uso de nuestra capacidad intelectual. Einstein es el mejor ejemplo de esto. Él trabajaba en una oficina de patentes, situación que aborrecía porque se aburría demasiado, así que se evadía “pensando” y “gestando” la teoría de la relatividad.
Cada día me convenzo más. No hay cerebros defectuosos, hay mentes maravillosas.