Exceder el límite marcado por la Organización Mundial de la Salud para el nivel de ozono presente en la atmósfera de las ciudades no sólo está asociado con irritación de ojos y problemas pulmonares, también con aumentos en los ingresos hospitalarios por ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
Hoy se publica un estudio en el European Heart Journal, que sería el primero en establecer esta relación y que se hizo con información sobre los ingresos hospitalarios diarios por enfermedades cardiovasculares de 2015 a 2017 en 70 ciudades de China, a partir de las bases de datos de los principales seguros médicos del país, lo que implica a alrededor de 258 millones de personas (más del 18 % de la población de China).
Durante el período de estudio hubo seis millones 444 mil 441 admisiones hospitalarias por enfermedades cardiovasculares, y el estudio buscó correlaciones con las concentraciones de ozono, partículas, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono.
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Independientemente de otros contaminantes del aire, la exposición al ozono ambiental se asoció con un aumento de los ingresos hospitalarios por todas las enfermedades cardiovasculares estudiadas (incluyendo subtipos como angina o síndrome coronario agudo), excepto el accidente cerebrovascular hemorrágico.
La asociación no es igual para cada tipo de enfermedad. Por ejemplo, cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico, en el promedio de dos días de la concentración máxima de ozono en ocho horas, se asoció con un aumento del 0.40 % en los ingresos hospitalarios por accidente cerebrovascular y del 0.75 % por infarto agudo de miocardio.
“Aunque estos incrementos parecen modestos, se debe tener en cuenta que los niveles de ozono pueden aumentar a más de 200 µg/m3 en el verano, y estos aumentos en las hospitalizaciones se amplificarían en más de 20 veces a más del 8 % por accidente cerebrovascular y 15 % por infarto agudo de miocardio”, dice Shaowei Wu, de la Universidad Xi’an Jiaotong y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa.
En la Ciudad de México, los meses de marzo a mayo se consideran la temporada del ozono, pues los niveles de este contaminante aumentan por la radiación solar y las condiciones atmosféricas.
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