La nostalgia por el glamur del Hollywood de los años 50, la época en la que las cinturas se ceñían a sus faldas y vestidos midi, elaborados con telas vaporosas que quedaban en el punto medio entre la rodilla y el tobillo, regresó y en pleno 2019 inundó Tokio, la capital de Japón.
Aunque por sus calles no vemos caminando a Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Grace Kelly ni a Elizabeth Taylor, observamos a jovencitas perfectamente envueltas en vestidos midi con camisetas y tenis; así como a ejecutivas portándolas con garbo, acompañadas de un saco, subidas en unos pump, como lo hiciera Dior al vestir a las divas de antaño.
Para acompañara las faldas, las blusas ahora no son ceñidas y con telas variadas que van desde las camisetas hasta el encaje, pero debes cuidar que tengan una caída que permita estar un poquito holgada (beneficia mucho para que no se note la pancita) y suéteres sujetados por los hombros con una diferencia, el amarre va de lado o debajo de un brazo.
También los lazos y medios moños se apropian de la tendencia. Los puedes llevar en las blusas, además del amarre de la falda en el que aparezcan dando ese espacio a la nostalgia e ingenuidad que permite generar en la imagen de las personas que las portan.
Ser cosmopolita y vanguardista no necesariamente está peleado con el romanticismo y es con este corte y tendencia que se respiran aires con cierto toque de cursilería que tanto hace que eso sea el atractivo y el reto: lograr el equilibrio.
Los sobrepuestos también son una tendencia: largos sobre largos, doble prenda y todo lo que permita que sea con diferente textura y por supuesto color es un must en la temporada. El chiste de todo es divertirse y ser tan diverso como te atrevas.
Las variantes son extraordinarias, ya que pueden ser tableadas, lisas, de encaje, con medio tableado, largos irregulares laterales o más corto al frente y largo hacia la parte posterior, pero todas coinciden en que es la tendencia que seguramente veremos en unos años en Europa y Estados Unidos.
›Adopta esta tendencia, busca en el clóset y aprópiatela, pues favorece mucho a las mujeres por el aura y la femineidad que proyectan. No hay pretexto, así que ¡largos abajo!