La recién aprobada reforma laboral mexicana recoge las principales exigencias de los demócratas de Estados Unidos y debería permitir que el Congreso de ese país, donde ese partido es mayoritario, ratifique el acuerdo de libre comercio de América del Norte (T-MEC), afirmó el gobierno mexicano.
“La reforma cubre absolutamente las demandas hechas por décadas por parte de miembros del Partido Demócrata y la misma representa también un triunfo para ellos”, dijo el subsecretario para América del Norte y jefe negociador en el T-MEC, Jesús Seade, según un comunicado difundido por la cancillería.
A finales de abril, el Congreso mexicano aprobó una reforma laboral vital para la ratificación del T-MEC, que fue firmado en noviembre del año pasado pero que todavía debe ser ratificado por los legislativos de los tres países signatarios del acuerdo (México, Estados Unidos y Canadá).
Seade dijo que la nueva norma es de avanzada y garantiza “la equidad de género, la democracia laboral y consolida diversos derechos de los trabajadores”.
A inicios del mes pasado, la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, advirtió que México debía impulsar reformas laborales para que el T-MEC sea aprobado por el Congreso de su país.
“Es un tema importante cómo son tratados los trabajadores de México”, declaró entonces Pelossi, y agregó que buscaría evidencias de que las nuevas políticas laborales se estén implementando.
Seade se reunió en Washington con el representante comercial del gobierno de Donald Trump, Robert Lighthizer, quien se mostró confiado en que el T-MEC sea ratificado en los próximos meses por el legislativo estadounidense.
El acuerdo sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994 y que ha sido duramente criticado por Trump.
MM