Tras los últimos escándalos de abuso clerical en el Vaticano, el papa Francisco decidió realizar cambios importantes en la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), lo que supone un reconocimiento no oficial de la gravedad del tema.
Uno de los principales cambios es la implementación de dos secretarios en este órgano colegiado de la Santa Sede. Compuesta por la oficina doctrinal y la oficina disciplinaria, la CDF anteriormente contaba con un solo secretario, una función que ahora se especializará según el objetivo de cada campo.
Así, cada secretario “asistirá al Prefecto en el ámbito específico de su competencia, con la colaboración del Subsecretario y de los respectivos Jefes de Oficina”.
Mientras que la oficina doctrinal se dedica a tareas de “promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral”, así como la transmisión de la fe, la oficina disciplinaria estará a cargo de los delitos reservados a la Congregación. Estos casos también serán analizados por el Supremo Tribunal Apostólico, y según el portal Vatican News, “el objetivo de la reforma es dar la debida importancia a la sección doctrinal y a su papel fundamental en la promoción de la fe, sin disminuir la actividad disciplinaria, después de décadas en las que se han empleado muchos esfuerzos y recursos humanos en el examen de los casos de abuso”.
La oficina disciplinaria estará más capacitada “para preparar y elaborar los procedimientos previstos por las normas canónicas para que la Congregación, en sus diversas instancias (Prefecto, Secretario, Promotor de Justicia, Congreso, Sesión Ordinaria, Colegio para el examen de los recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una correcta administración de justicia”, señaló el sitio de noticias, toda vez que favorecerá una mejor comprensión y aplicación de las normas canónicas.
Con esta nueva organización, se espera que cada sección tenga más fuerza y autonomía en un contexto en que las acusaciones por pederastia han vuelto a sacudir a la Iglesia, siendo el antecesor del actual papa uno de los más señalados de complicidad.
Al respecto se han realizado otras acciones, como la petición a otras organizaciones religiosas para “evitar escándalos” al momento de tratar los casos de otros sacerdotes acusados de abusar de menores de edad.