En el bombardeo lanzado por el presidente Andrés Manuel López para fortalecer a las fuerzas armadas y la Guardia Nacional y, recientemente, para eliminar a los órganos electorales, el senador priista Miguel Ángel Osorio Chong se ha convertido en una voz disidente no sólo en la política nacional, sino al interior de su partido.
Al respecto, el político adscrito al Partido Revolucionario Institucional (PRI) considera que la propuesta de reforma política-electoral es una distracción que el presidente López Obrador implantó en la agenda pública para desviar la atención de los problemas que afectan a los mexicanos: la violencia, las enfermedades y el declive de la economía.
“Es una discusión distractora de los grandes problemas que tenemos que deberíamos estar atendiendo todos los días y que debería ser el debate de este país. Hoy no estamos hablando de lo que a diario nos sacaban a nosotros, del tema de seguridad, de temas inconclusos, de temas en salud, de desabasto en tratamiento, de medicinas, de todos los temas importantes”, comparó.
De 1990 a 2014 se han realizado seis modificaciones al marco electoral con la intención de fortalecer la independencia del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al incentivar la participación ciudadana e inhibir la injerencia de los gobernantes en turno, comparte Osorio Chong.
Con este antecedente, el también exgobernador de Hidalgo y extitular de la Secretaría de Gobernación durante la administración de Enrique Peña Nieto consideró que es inexistente la demanda ciudadana que reclame el cambio en las reglas electorales, y esta propuesta legislativa planteada desde Palacio Nacional daña la credibilidad de los órganos electorales.
“Podemos regresar a esos tiempos de los que tanto se quejaron, en la falta de confiabilidad de las elecciones, en no tener la suficiencia para organizarlas adecuadamente, no tener certeza en el proceso electoral, que la competencia sea un total desequilibrio”, mencionó Osorio Chong.
Incluso el senador priista refirió que desde Palacio Nacional existe una campaña política “abierta, enorme, dada desde la mañanera en la que se promueven a los candidatos, y los candidatos son tal y tal, las corcholatas; no hay equidad”.
Así, el exsecretario de gobernación observó otro riesgo en la propuesta legislativa de López Obrador: la eliminación de los legisladores de representación proporcional.
Al respecto, añadió que este planteamiento menoscaba la pluralidad en el Congreso de la Unión e inhibe la formación de nuevos institutos políticos, lo que también sucedería si se les quita la subvención.
“Es muy importante esa representación, estos diputados y senadores representan a población que no está en los grandes partidos, pero que representan otras formas de pensar. Y a mí me parece también que es un riesgo esta propuesta que prácticamente es desaparecer, de regresar a listas nacionales”, alertó.
A diferencia de la votación pasada en la que se discutió la reforma Constitucional en materia de la Guardia Nacional que dividió a la bancada priista en el Senado, Osorio Chong aseguró que en esta ocasión sí están unidos, sin embargo, acotó: “no nos hemos sentado para tomar una decisión”.
De norte a sur, el daño al PRI
En cuanto a la lejanía entre Osorio Chong y el actual líder del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, el senador niega una ruptura en la relación; sin embargo, lo acusó del declive del instituto político, tras tres años en el cargo.
“No puedo avalar a una dirigencia que está señalada de falta de resultados, de falta de cercanía con la base, en la concentración de poder que le ha quitado fuerza a los estados”, señaló.
El exsecretario de Gobernación alertó del daño que Moreno Cárdenas ha dejado al instituto político que próximamente cumplirá un siglo de historia.
Ante el desencanto con la dirigencia nacional, los militantes cada vez más se alejan del PRI, incluso muchos de ellos han renunciado y se afiliaron a otros partidos políticos, como Morena, alertó Osorio Chong, desde el norte al sur del país.
Para el priista, Moreno Cárdenas sabe que ya no cuenta con el apoyo de la base priista y, pese a que, en dos ocasiones los exdirigentes nacionales y exgobernadores solicitaron su renuncia, no dejará la Presidencia debido a que usa el partido político como escudo protector y negociador con el poder.
“Es muy claro el rechazo que hay por todos lados, él único que no lo ve es él y sus cercanos. A ellos que tanto les gustan las encuestas, sí las ven, pero saben que su sostén es el partido, evidentemente, no lo va a dejar y eso va en contra del partido”, concluyó.
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