La refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Cadereyta, Nuevo León, es la causante del 46 por ciento de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), el principal contaminante de la ciudad, según el inventario estatal de emisiones atmosféricas, que exhibe a las 20 industrias que más ensucian el aire.
El estudio que será publicado por las autoridades de manera más detallada el 1 de marzo, reveló que la refinería ‘Ing. Héctor R. Lara Sosa’, es causante del 20 por ciento de las dañinas partículas PM10 y PM2.5.
En tanto, es responsable de 10 mil 140 toneladas anuales de dióxido de azufre (SO2) que se liberan en el aire regio, es decir, casi la mitad de las emisiones generadas por la industria, con un 45.78 por ciento, y un 42.43 sumando todas las fuentes emisoras de contaminantes.
El dióxido de azufre puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis, reacciones asmáticas, espasmos reflejos, parada respiratoria y congestionar los conductos bronquiales de los asmáticos. Cuando este reacciona con otros contaminantes, se da lugar al PM2.5.
En cuanto al PM10, otro de los contaminantes que mayormente afecta a los ciudadanos, la refinería, con las 981 toneladas anuales que emite, también es la que más contamina, con un 19.73 por ciento.
La falta de inspección, por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), podría representar un problema, debido a que desde finales del 2018 hubo un recorte de hasta el 50 por ciento de inspectores en Nuevo León.
Cabe destacar que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), es la principal responsable de vigilar a la Refinería de Pemex en Cadereyta, sin embargo, esta no cuenta con personal en Nuevo León y opera desde la CDMX.
La refinería de Cadereyta fue inaugurada en marzo de 1979 y actualmente produce gasolina Pemex Magna UBA, Pemex Diésel UBA, propileno, gas LP, azufre, coque, entre otros petrolíferos. Cuenta con 35 plantas de proceso que conforman dos trenes de producción; una planta de tratamiento de aguas residuales y una de tratamiento de aguas negras, con lo que contribuye a la reducción del consumo de aguas claras.
De las 20 fuentes fijas que emiten los mayores volúmenes de contaminantes al aire del estado, 16 son reguladas por la Federación.