Los contagios de Covid-19 dependen de factores distintos a los de las epidemias anteriores. Esta es la conclusión de un estudio que encontró que las redes sociales, la juventud, el tamaño de la ciudad en que se vive y la desigualdad se asociaron más con el número de contagios por persona (la tasa conocida como el R0) que los tradicionales factores ambientales, como temperatura, contaminación, precipitación y humedad que han sido los que comúnmente se han asociado a la transmisión de las enfermedades.
El estudio, hecho por investigadores de las universidades de York y de Columbia Británica, destaca que las redes sociales son uno de los factores relacionados con la propagación del Covid-19 en docenas de países durante las primeras etapas de la pandemia.
“Lo que encontramos fue sorprendente: el uso de las redes sociales para organizar acciones fuera de línea tendía a estar asociado con una tasa de propagación más alta de Covid-19. Esto destaca la necesidad de considerar el papel dinámico que juegan las redes sociales en las epidemias”, dijo Jude Kong, uno de los investigadores líderes del estudio.
Herramienta. Las redes sociales podrían ayudar a frenar los casos.
“El mundo ha cambiado para modificar el R0. Las redes sociales, por ejemplo, podrían ayudar en lugar de perjudicar ahora que tenemos información más confiable para transmitir y futuras pandemias”, dijo el estudiante postdoctoral Edward Tekwa, otro de los investigadores líderes, en un comunicado.
El equipo de investigación examinó las características demográficas, económicas, de hábitat, de salud, sociales y ambientales a nivel nacional que existían antes de la pandemia en 58 países, incluidos México, Brasil, Ghana, Rusia, Canadá y Estados Unidos, y analizaron cuáles de estas variables tenían las asociaciones más fuertes con la vulnerabilidad ante el coronavirus antes de que se implementaran las intervenciones del gobierno en cada país.
En contraste con el factor de las redes sociales, la relación entre el número de jóvenes de entre 20 y 34 años y la tasa de contagios fue inversa; es decir, mientras más jóvenes en una población, menos contagios.