Redefinir la democracia para garantizar los derechos humanos: José Luis Caballero Ochoa
A dos meses de su llegada a la CIDH, el nuevo comisionado trabaja en el fortalecimiento institucional y democrático, sin descuidar la sensibilidad, clave para proteger las libertades fundamentales
Como nuevo miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), José Luis Caballero Ochoa tiene un objetivo claro: “redefinir la interpretación de derechos humanos construida por las instituciones”.
En los próximos cuatro años, José Luis Caballero estudiará la situación de derechos humanos de cinco países, luego de que en septiembre pasado fue elegido como comisionado de la CIDH por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Para el académico e investigador mexicano, este nombramiento significa la oportunidad de trabajar en fortalecer los sistemas institucionales y democráticos para garantizar los derechos humanos de los pueblos de América.
›“Si la democracia está suficientemente fortalecida, si hay independencia judicial, equilibrios entre poderes y operatividad de órganos autónomos, estaremos dando cumplimiento a los derechos humanos como dicta la Carta Democrática Interamericana”, dice en entrevista.
En este sentido, considera que América vive un momento en el que persiste más que nunca la polarización democrática en las instituciones, a las cuales se les relaciona solo con el ámbito electoral, pero que en la práctica están destinadas a la protección de los derechos humanos.
“Tenemos la idea de que la democracia solo tiene que ver con elecciones, pero la democracia también es en función de los derechos. Me interesa sostener y llevar adelante esa reinterpretación”, puntualiza.
José Luis Caballero tiene más de 25 años de trayectoria como académico e investigador en la Universidad Iberoamericana en materia de derechos humanos, instituciones públicas y marcos normativos a nivel nacional.
Caballero Ochoa entró a la CIDH en sustitución del jurista mexicano Joel Hernández García, comisionado desde 2018, quien dimitió en agosto pasado para sumarse como subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en el equipo de la canciller mexicana Alicia Bárcena.
Su llegada a la CIDH se da en un contexto en el que México acumula 80 recomendaciones emitidas desde 2015 en materia de seguridad, tortura, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, acceso a la justicia, grupos vulnerables y libertad de expresión.
Del total de recomendaciones, el gobierno mexicano solo ha dado cumplimiento a cuatro, mientras que 48 fueron parcialmente cumplidas, siete en una parte sustancial y 21 están pendientes, de acuerdo con el informe anual 2022 de la CIDH. “La comisión tiene un desafío enorme en adelantar los casos hacia la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En estos dos meses me he sumado a un proceso de priorización de los casos, para que pueda darse seguimiento y se siente jurisprudencia interamericana sobre los derechos vulnerados”, señala.
El talante de José Luis Caballero, a lo largo de su trayectoria y ahora desde la CIDH, es la sensibilidad para con las víctimas y tomar conciencia de sus propios derechos.
“Las víctimas requieren sensibilidad: tocar, ver y sentir, es importantísimo. Pero también es entender y vivir los derechos como una exigencia constante en relación con el Estado y las autoridades”, concluye.
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