En 48 horas localizaron los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, así lo anunció, a través de un video de 47 segundos, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos.
La mandataria informó que los cuerpos de los religiosos fueron localizados gracias al trabajo de la Fiscalía General de Justicia del Estado, encabezada por Roberto Fierro.
Además, aseveró que ya se comprobó por medicina forense que se trata de los cuerpos de los tres hombres ultimados a tiros en la comunidad de Cerocahui.
Comunidad jesuita confirmará la información
Después de que se informó sobre la localización de los cuerpos de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora la comunidad jesuita en nuestro país mostró reserva.
En un pronunciamiento oficial se refirió que la gobernadora Maru Campos notificó personalmente a P. Provincial Luis Gerardo Moro sobre el hallazgo de los cuerpos. Sin embargo, se especificó que representantes de la comunidad acudirán a identificar los cuerpos que, se presume, son de los dos jesuitas asesinados en Urique.
La comunidad pidió garantizar la “certidumbre científica” en este proceso, así como la la “comunicación respetuosa de las víctimas”.
Por otro lado, Lorena Giacomán, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, condenó el hecho y aseveró que los dos sacerdotes solo realizaban el “bien” para la población indígena que vive en la zona de la sierra Tarahumara.
Van por ‘El Chueco’
Por segunda vez en cuatro años, las autoridades estatales y federales se lanzaron a la caza de José Noriel Portillo, El Chueco, identificado como uno de los líderes del grupo criminal Gente Nueva, aliado del Cártel del Pacífico, y quien se convirtió oficialmente en el presunto responsable del crimen de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez.
El Chueco también secuestró a dos habitantes de Cerocahui, Chihuahua, informó el fiscal Javier Fierro Duarte, desmintiendo la versión de los turistas privados de la libertad. Se detalló que el conflicto con estas dos personas identificadas como Paul y Armando, había iniciado por un juego de béisbol, en el que Portillo Gil tenía interés al ser el promotor de uno de los equipos.
La Fiscalía reveló que consecuencia de este conflicto El Chueco se presentó en la casa en la que se encontraban Paul y Armando, lesionado a uno de ellos con un arma de fuego. Al irse del lugar con ambos prendió fuego al inmueble.
En paralelo al despliegue de búsqueda contra el sicario, las autoridades emitieron una recompensa de cinco millones de pesos por información que lleve a la captura de Noriel Portillo.
A pesar de saberlo, y de existir una orden de captura desde 2018 contra El Chueco, él y su grupo criminal no han sido detenidos, y también pese a que en los últimos seis años han obligado al desplazamiento forzado de comunidades, ocupado tierras de manera ilegal y cometido crímenes.
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