Si bien dice la leyenda que sus fundadores, Rómulo y Remo, crecieron alimentados por una loba y la establecieron sobre las siete colinas junto al río Tíber en el año 253 a.C.; la historia generada a partir de sus ruinas ha demostrado que desde el siglo VIII a.C. fue su constitución.
A lo largo del tiempo ha pasado por la Monarquía, la República y el Imperio con Octavio como su primer emperador en el año 27 a.C.
Su arquitectura ha generado más aportes significativos para la civilización. Además, sus acueductos, puentes, calzadas y termas, así como también los anfiteatros, circos, arcos, foros, puertas, templos y columnas conmemorativas narran mucho de lo que ha vivido Roma y que aún en nuestros días es posible apreciar.
La mayoría de estas construcciones han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO,
aunado a que tiene como vecino, dividido por una línea en la misma calle, al estado Vaticano.
Por eso, Roma es uno de los sitios preferidos para visitar en Europa.
Coliseo o Anfiteatro Favio
El ícono de Roma, regalo del emperador Vespasiano al pueblo, es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno. Su estructura, primera del tipo, permitía albergar en sus 80 filas a 65 mil personas que asistían desde su creación en la época del Imperio romano, para presenciar en su arena las luchas entre gladiadores, fieras, entre otros espectáculos que ofrecían en sus casi cinco siglos de operación.
Se pueden visitar las gradas, la arena, así como la muestra dentro del monumento de su historia en la exposición Colosseo, un’icona.
Foro Romano o Magnum
Cuando vayas al Coliseo, no dejes de visitar esta zona arqueológica de la mayor relevancia. La Vía Sacra cruza los dos monumentos. Templos, arcos, basílicas, rostras (tribunas desde donde los políticos daban sus discursos) y la sede del Senado han sido ubicados a partir de las excavaciones y descubrimientos en la zona que ahora están expuestos y señalados en su mayoría para conseguir una mayor apreciación de varios siglos de historia.
Panteón de Roma o Agripa
Este templo circular aunque pequeño es extraordinario gracias a las imponentes columnas corintias de su pórtico, su vestíbulo rectangular, así como cúpula de hormigón artesonado con una abertura central. Esto lo ha colocado como uno de los lugares favoritos a visitar.
Uno de los edificios mejor conservados de la época romana. Mandado a construir por el emperador Adriano, fue inaugurado en el 125 d.C., regalado al Papa Bonifacio por el emperador de Oriente, Phocas, en el año 608. En su interior puedes encontrar la tumba del pintor Rafael (Sanzio), el arquitecto Jacopo Vignola, el rey Víctor Manuel II, así como frescos de Melozzo da Forli.
Fontana di Trevi
Una de las fuentes más famosas del mundo, por su belleza barroca diseñada en 1625 por Gian Lorenzo Bernini a petición del papa Urbano VIII, sin embargo fue abandonado tras su muerte. En 1730 el Papa Clemente XII organizó un concurso siendo Nicola Salvi el elegido para desarrollarlo en 1732.
El dios Neptuno con mármol de Carrara, es la estatua principal de la fuente de casi 30 metros de altura y 40 de largo.
Plaza Navona
Sus tres fuentes barrocas y edificios guardan la historia en la que se encontraba el Estadio de Domiciano que albergaba 30 mil espectadores y en el que hay restos, sobre todo en su zona norte.
Un gran lugar para vivir, ir de compras, comer y disfrutar.
Dentro de los imperdibles que debes visitar también incluye a la Plaza de España con su icónica escalinata, y déjate sorprender con lo que la ciudad te presenta sólo al caminarla.