En compañía de sus familia y amigos, la luchadora social y por los derechos humanos, Rosario Ibarra de Piedra, fue sepultada la tarde del domingo en el Panteón Dolores de Monterrey, Nuevo León.
La madre de la hoy presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, dedicó 48 años a buscar sin descanso a cientos de víctimas de desaparición forzada, entre ellos su hijo Jesús Piedra Ibarra, un joven guerrillero de la Liga 23 de Septiembre, que desapareció el 20 de enero de 1974.
Fue una ceremonia pequeña, entre sólo los más allegados, alrededor de 30 personas que dieron el adiós a la pionera en lucha por la presentación de los desaparecidos políticos, los derechos humanos y las libertades democráticas.
Su hija Claudia agradeció a los presentes, pero reprochó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por los pocos avances en materia de desaparición.
“Ha hecho mucho por el país”, pero “no puede haber transformación verdadera, mientras persista el problema de los desaparecidos políticos”.
Recordó que su madre, Rosario Ibarra de Piedra, le pidió que le entregara la verdad sobre la desaparición de su hijo Jesús Piedra y, hasta ahora, no ha cumplido. MAAZ
ES DE INTERÉS |