Hasta ahora, la humanidad ha logrado ponerse más o menos de acuerdo para tratar de no rebasar tres “límites naturales” que permiten que la vida sobre la Tierra sea como la conocemos: el cambio climático, la biodiversidad y la capa de ozono que rodea al planeta. Pero esto no es suficiente, pues según un estudio existen más límites por respetar y ya rebasamos la mayoría de ellos.
El estudio, realizado por 29 científicos de ocho países, coordinado desde la Universidad de Copenhague y publicado en Science Advances, es la tercera actualización de los nueve límites naturales que se han detectado y la primera presentación de métricas para todos ellos.
De los nueve límites, hasta ahora la actividad humana ha rebasado el “espacio de operación segura” de seis de ellos; sobre todo de tres: la integridad de la biodiversidad, los flujos biogeoquímicos y la introducción de “nuevas entidades” (que son sustancias generadas por humanos, que eran “desconocidas” en la Tierra y no tienen forma de eliminarse, como microplásticos, disruptores endocrinos y ciertos contaminantes orgánicos).
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Otros tres límites que según esta investigación también han sido transgredidos son el cambio climático, el cambio de uso de suelo y el del agua dulce.
Aún sin rebasar los límites seguros, están la acidificación de los océanos, la carga de aerosoles en la atmósfera y la capa de ozono en la estratósfera, pero este último es el único de los límites que está cada vez más lejos de ser transgredido.
“Cruzar seis fronteras no implica que necesariamente se producirá un desastre, pero es una señal de alerta. Podemos considerarlo como lo hacemos con nuestra propia presión arterial. Una presión arterial alta no es garantía de un ataque cardíaco, pero aumenta el riesgo de sufrirlo… Por nuestro propio bien –y el de nuestros hijos– necesitamos reducir la presión sobre estos seis límites planetarios”, explicó Katherine Richardson, líder del estudio y del Centro de Ciencias de la Sostenibilidad de la Universidad de Copenhague.
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