Como ya es costumbre en estas fechas, aquí les dejo una breve lista de lo que más me entretuvo en cuanto a libros durante este año. Quizás les sirva para sus listas de regalos. Advierto, de nuevo, que mis recomendaciones distan de ser las de un especialista pues únicamente me baso en el gozo que estas obras me generaron en este año y dejo la tarea de la crítica a los profesionales. Este año que concluye, tuve la fortuna de leer 58 libros, dentro de los que resalto los siguientes cinco:
La anomalía, de Hervé Le Tellier: es un libro brillante y creativo, de los más difíciles de lograr y construir por su complejidad. Trata sobre un avión que va de París a Nueva York, y pasa por cierta tormenta terrible, pero la supera y sobreviven los pasajeros. Tres meses después aterriza en Nueva York el mismo avión con los mismos pasajeros; una anomalía en el tiempo-espacio como lo conocemos y todos sus resultantes. Lo que plasma es tan complejo que no puede ser explicado en una serie de televisión.
Un caballero en Moscú, de Amor Towles: obra que describo como “entrañable”. El conde Aleksandr Ilich Rostov, es un hombre erudito y refinado; un caballero que de pronto se encuentra preso en un hotel durante la revolución bolchevique que le perdona su aristocrática vida por un poema. En ese hotel, conocerá muy interesantes personajes y demostrará que la vida y la fraternidad pueden ser magníficas herramientas de vida, máxime si estamos condenados a vivir en un espacio confinado. La libertad es el valor esencial.
Poeta Chileno, de Alejandro Zambra: este libro me lo regaló la escritora Ana Carina Alanís y no puedo estarle menos agradecido. Ya había leído otros del mismo autor, pero este me encantó: dos escuincles quinceañeros experimentan con sus primeras relaciones sexuales y eso, a él, le despierta un impulso poético y artístico que le lleva a buscar –y encontrar con el paso del tiempo– su propia voz, su propia forma, su narrativa única. Con el pasar del tiempo, conoce a otra chica de la que se enamora, pero ella ha tenido un hijo con otra persona. Entonces, él se vuelve el padrastro voluntario de Vicente… y es una historia feliz que vale la pena.
El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero: es un género híbrido de ensayo ficción que se degusta en cada página. De la neurociencia a la psicología, pasando por la literatura, la autora muestra un estudio fenomenal entre la creatividad y la locura de famosas figuras, ella incluida. En pocas páginas nos brinda asombrosas curiosidades sobre cómo funciona el cerebro que escribe y vive y genera literatura.
La cabeza de mi padre, de Alma Delia Murillo: también es un género híbrido, pero es un libro extraordinario. La protagonista es una de siete hermanos que son criados por una madre abandonada, trabajadora y que les da todo lo que puede y tiene. Es un libro sorprendente que mezcla la reflexión y la búsqueda del padre (que hemos visto desde Las Aventuras de Telémaco) y que además aborda el tema de la movilidad social moderna. Por si eso fuese poco, la autora es mexicana y me consta lo duro que ha trabajado por crear algo que valga la pena leer y esto es el resultado innegable de talento y tiempo dedicado.
Antes de entrar en el periodo vacacional, quiero dejarles unas recomendaciones para quienes NO SON LECTORES asiduos, pero quieren aún intentar descubrir el placer de la lectura: no se obliguen a leer algo en particular. Hay millones de libros escritos y no todos fueron creados para ustedes. Si el libro no les engancha pronto, no pierdan tiempo y déjenlo y comiencen otro hasta que encuentren uno que logre atraparlos. La vida es muy corta como para perder el tiempo y no tienen por qué leer algo que no les apasione. Tan pronto como dejen algo aburrido, podrán buscar algo que sí les satisfaga. Si pueden, lean en grupos con amigos. Eso crea comunidad y teje lazos increíbles. Tengo el placer de pertenecer a un club de lectura que me ha enriquecido los últimos 13 años y es de mis mejores experiencias de vida. Sugiero, además, con lo ajetreada que es nuestra vida actual, que no menosprecien los AUDIOLIBROS, pues hay muchas opciones y pueden gozarlos en sus traslados, mientras hacen ejercicio o lo que les venga en gana. Finalmente, quiero plasmar mi total agradecimiento para ustedes que no dejaron de leerme en este espacio. ¡Que el 2023 les sea un año lleno de dichas!