El mejor camino para el progreso es el camino de la libertad: JFK
SIGLO XX. “Cuando llegamos a la Presidencia, lo que más me sorprendió fue descubrir que las cosas eran tan malas como lo habíamos estado diciendo”, confesó el Presidente. “En la larga historia del mundo, a sólo unas pocas generaciones se les ha otorgado el papel de defender la libertad en su hora de máximo peligro. No me asusta esa responsabilidad, le doy la bienvenida.”
SIGLO XXI. “Después de recorrer el largo y ancho de este país por 18 años, después de estar en cada cabecera municipal, en rancherías y pueblos donde ningún político había estado; después de circular en caminos sin pavimentar y hospedarnos en cabañas sin camas y dormir al aire libre, nadie, nunca, jamás, nadie, como nosotros, puede diagnosticar y atender los problemas que tiene el país”, dijo una y cien veces. Hasta que en el gobierno electo, cuando no pudo controlar las cosas, agregó: “Camaradas, compatriotas, oposición-neoliberal-del-carajo-que-nos-llevan-al-precipicio-y-que-no-gustan-del-yanki-beisbol, las cosas están mucho peor de los que imaginamos. Nos dejaron un cochinero. Ningún enfermo se cura sin sufrir y eso implica suprimir algunas libertades. Me pesa esta responsabilidad, pero la confrontaré lo más pronto que pueda porque seis años son poco tiempo”.
SIGLO XX. “No preguntes qué puede hacer tu país por ti. Pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”.
SIGLO XXI. “La justicia es atender a la gente humilde; pobre. Esa es la función del gobierno. Hasta los animalitos; ni modo que le digas a una mascota: vete a buscar tu alimento.
SIGLO XX. “Señor Presidente, la competencia de la conquista de la luna es fundamental para nuestra nación. Quien llegue primero, será siempre el primero. Quien llegue después, será siempre el segundo”, le escribió su mano derecha.
SIGLO XXI. “¿Para qué habremos de haber ido a la luna? si ya los poetas desde siglos antes han dado con ella, la han conocido y colonizado y nos la han descrito hasta que casi podemos saborear su suave superficie en un algodón azucarado de nuestros zócalos. ¿Para qué? si ya los cineastas nos han mostrado que cualquiera puede lanzar una cápsula con un cañón y enterrarnos en su ojo… ¿Para qué despilfarrar en conquistarla si podemos vivir en un palacio virreinal y gastar dinero en conquistar conciencias? ¿Para qué si somos el ombligo mismo del todo y hemos estado en otras dimensiones, donde el sol gira alrededor de la Tierra y no como nos lo quieren vender?”, preguntó.
Actualidad. El próximo sábado 20 de julio se cumplen 50 años de que el hombre pisó la luna por vez primera. Un país entero se puso una meta sobrenatural que alcanzó su clímax con: “es un pequeño paso para el hombre, pero es un gran salto para la humanidad”.
Bien dijo Kennedy, el promotor de esta hazaña, hace 50 años: “La conformidad es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”.
Por ejemplo: ¿cancelando el mejor aeropuerto de nuestra historia –sin encarcelar a nadie–, estamos promoviendo el progreso, México? Opine con plena libertad. Así, tal cual: ¿cree usted que vamos por el mejor —o quizás el único camino— hacia el progreso nacional, medio siglo después de que el hombre pisó la luna? ¿Cómo ve a México en medio a partir de hoy?