La inminente derrota electoral

5 de Enero de 2025

J. S Zolliker
J. S Zolliker

La inminente derrota electoral

js zolliker

Le han servido una copa de tinto del cual no tiene la memoria para recordar el nombre, ni posee el paladar para saborearlo. Los pocos asistentes, se toman un tiempo para mirarlo a contraluz, para olerlo a canto y boca de copa y hasta juguetean un poco con el líquido en el cáliz antes de probarlo y agradecer al anfitrión, su generosidad por obsequiarles con tan grata bebida.

Él, levanta la copa en ademán de obligación y le da un buen sorbo, aún a sabiendas de que nunca poseerá la habilidad de distinguir las uvas, los años, las regiones, taninos, tonos y hasta las texturas de lo que bebe. Como todo buen consultor, es pragmático y califica los

vinos en un cuadro estilo FODA: son tragables o vomitivos, los puede pagar o no…

Lo convocaron para charlar informalmente, con un grupo pequeño de millonarios (casi todos herederos), que un día se juntaron para pactar su apoyo al “necesario” cambio de régimen y que ahora, se encuentran arrepentidos ante la real amenaza que representa la aniquilación de las instituciones y la posible extinción real de la alternancia democrática.

“No se sientan tan especiales, capullos”, les dice y alcanza a escuchar ciertas risas ahogadas entre su auditorio. “Siempre en la historia hay quienes creen que pueden manejar al monstruo, hasta que lo terminan vomitando”, les remata en su tono seco, ibérico, al que los mexicanos no se han acostumbrado a pesar de siglos. “Bien predijo Churchill que el fascista se llamaría así mismo, comunista en el futuro. Caballeros, sin mierda mediante, el futuro es ahora y lo han creado vosotros”.

Un silencio disgustado, se hizo en la sala.

“Sé que no saben ni qué hacer ni como detener la destrucción del país. La oposición está de antemano, derrotada. Se encaran y se plantan ante el poderoso, pero no se reúnen bajo un mismo proyecto. Los rebasa. Pretenden ser distintos, pero son los mismos dándose palmadas en la espalda en cada relevo, esperanzados de que se despedacen primero entre los que gobiernan. Pareciera que nada han entendido: el poder está en su personaje, en su narrativa consistente. Es así como atrae, al grado de condiscípulos fanáticos, a los grupos marginales que antes nunca se habían identificado con las élites gobernantes. Las uñas largas y descuidadas, los trajes mal ajustados, los pantalones arrugados, las camisas ralas y los zapatos sucios, son parte de la construcción de ese personaje que ahora incluye a los excluidos, a ese gran porcentaje de la población que no gasta en un sastre que les ajuste la ropa a la medida. ¿Entienden?

Entonces ha hecho del “pueblo”, un activo intangible y maleable que inmaculado y noble, le permite la cancelación de un aeropuerto y al mismo tiempo, le impide detenga la destrucción del tren maya. Ese, es su mayor acierto. Su fuerza. Y nadie le podrá ganar hasta que entiendan que la contienda, no está en las urnas sino en la narrativa: una buena historia puede dejar de interesarnos porque el modelo se agotó y dejó de ser atrayente. Pero esa estrategia, nunca será definitiva porque si el autor desarrolla una vuelta de tuerca, un cambio de voz o de ritmo, la historia volverá invariablemente, a atraernos, a cautivarnos. Entonces, buscar ignorar el cuento no es una buena idea.

Lo único que podrá vencer tal narrativa, es otra narrativa mejor, más congruente. ¿Pueden entenderlo de una vez? La derrota electoral en este momento parece inminente. Se están jugando la vida entera y no parecen adivinar la gravedad”, les dijo antes de apagar su micrófono y salir por la puerta trasera. “Riquillos y tontos inútiles”, suspiró al subirse a la Tahoe que lo llevaría al aeropuerto.

Síguenos en @EjeOpinion

PUEDES LEER: NO votar en la revocación de mandato