Su vestimenta, siempre es elegida con esmero para que se le confunda siempre, se mimetiza con facilidad en cualquier ambiente, ya sea entre grandes banqueros o entre jóvenes con playeras de algodón que abundan en cualquiera de las oficinas que tiene regadas por toda américa latina. Ella, a veces se presenta como consultora de mercadotecnia, otras tantas como consultora electoral, y en veces, como experta en nóminas y en recursos humanos, pero en realidad, es una genio financiera de lavado internacional de dinero con fines políticos.
Con operaciones en la Argentina, en Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Honduras, El Salvador, México y España, en pocos años, se ha vuelto la más importante fuente de ingresos no auditados y no oficiales, de partidos políticos que buscan imponer una nueva hegemonía transcontinental de estatización y militarización, siguiendo modelos totalitarios que han concentrado el poder en Asia.
Con la gran red de complicidades, de empresas fantasmas y sistemas de facturación internacional que ha construido, aderezado todo con habilidad e infinidad de argucias, es competente para cobrar por la realización de una campaña comercial televisiva en Madrid, y terminar utilizando ese dinero para promover el descontento y financiar los movimientos de protestas de Colombia. De igual forma, puede conseguir financiamiento del senado mexicano para imprimir un libro sobre estudios legislativos, y terminar utilizando esos recursos para financiar a columnistas y opinadores de portales electrónicos, que puedan generar animadversiones contra los opositores en redes sociales de Bolivia.
¿De casualidad has visto por ahí alguna participación editorial de algún extranjero absolutamente incoherente e incapaz de hilar dos ideas seguidas sin contradecirse?
Pues eso. No es que sus videos y escritos consigan muchas vistas ni clics ni ventas ni patrocinios. Se trata, más bien, de una simple fachada para justificar la estancia en el país, de un estupendo reclutador para todo el continente, que atrae a jóvenes voluntarios para el movimiento neotroskista y sus guerrillas urbanas. Dicen, que la ideología no conoce fronteras. Ella se encarga de que la plata, tampoco. Por ello, consigue de donde sea y cómo sea necesario, los fondos para que él y otros muchos más, puedan trabajar a sus anchas y sin despertar demasiadas sospechas.
Es verdad, el esquema, no es nuevo. En realidad, formuló y perfeccionó los que se utilizaban para financiar guerrillas en centroamérica sin pasar por el escrutinio del congreso norteamericano, solo que ahora, gracias a la globalización, ella ha extendido sus axones, teledendrones y dendritas, mucho más de lo que siquiera hubieran imaginado posibles, los sueños más intrépidos de Nikita Jrushchov.
Pero no todo son logros. Sabe que aún les falta mucho para alcanzar su objetivo. Creyeron que podían lograrlo en España, pero les ha llegado un revés inesperado, una derrota como ninguna; no es lo mismo armar una protesta, que sostener a un gobierno. Espera, que si las cosas le salen mal, no la desampare la nación roja que la patrocina. Deja el diario Le Monde sobre la mesa. Se ajusta el cubrebocas y se echa al hombro, la mochila en donde lleva unas cuantas mudas. Le gusta viajar ligera y ya le han llamado para abordar.