Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima que no prestó ninguna resistencia pues reconoció estar completamente sometido por el ruso y aquello, resultaría en esfuerzos agotadores y estériles, sino es que provocaría su muerte prematura, pues le quedaba claro que si continuaba vivo, era porque a alguien, aún le resultaba útil su existencia; sería de imbéciles convertirse en un estorbo en ese preciso momento, reflexionó.
Reporta el agente Fonseca y Lima que cuando la camioneta se detuvo, el ruso le comunicó que estaban ya en un punto seguro, bajo tierra donde no podría ubicarles ninguna señal de GPS o celular y en seguida le quitó la bota de encima, lo que le permitió respirar con menos dificultad y vislumbrar apenas, a un chofer desconocido, portando un uniforme de mensajería.
Reporta el agente Fonseca y Lima que permanecieron en la misma posición algunos minutos en lo que un ascensor de autos los llevaba varios pisos más abajo, por lo que se animó a preguntarle por la mujer con la que llegó a la reunión. El soviético le comunicó sin prisas ni emociones, que no sabía nada de ella. “Es el problema de los mexican standoffs, tovarich”, le contestó. Reporta, que no entendió bien a lo que el “camarada” se refería, pues según su conocimiento, se le denominaba así, a una situación en que cada quien apunta un arma a una distinta persona y donde se suelen matar entre todos en una balacera sin control.
Reporta el agente Fonseca y Lima que cuando se detuvo la plataforma, alguien desde el exterior abrió la puerta corrediza de la furgoneta, le liberaron de sus ataduras y le llevaron hasta a un centro de control y comando computarizado, que resultó ser el bunker de la CIA en México, lugar desde el cual se coordina a los oficiales norteamericanos que espían y actúan dentro del país.
Reporta el agente Fonseca y Lima que el ruso, llamado Nikita Yurinov, era miembro de la agencia central de inteligencia y como él, se infiltraba en “grupos de interés” para su gobierno, motivo por el cual, llevaba meses involucrado en el caso del gobierno sudamericano que intentaba hacer llegar al gobierno chino, los planos de los motores de submarinos nucleares norteamericanos.
Reporta Fonseca y Lima que la misión planeada por Nikita y sus superiores, fue la de denunciar al exviceministro sudamericano para, durante la confusión del arresto, suplantar el contenido de los botes de shampoo con información real pero errónea en pequeños detalles críticos que entretuviese a los ingenieros asiáticos por un par de años, además de infectarles un código informático de rastreo. Los ingresos de la venta, le dijo, serían destinados a financiar a organizaciones terroristas y de izquierda radical para tomar el poder en el continente y el papel del crimen organizado, reporta, convocado por el gobierno mexicano, era el de suplir a fuerzas oficiales para salvaguardar que la operación y transacción se realizaran adecuadamente, sin embargo, el bigotón sicario tenía otros planes: les envenenaría con un mezcal y se quedaría con los planos y el dinero. La única forma de salvarnos, fue armando una pelea disfrazada de venganza. Ya que estabas inconsciente te jalé fuera del lugar para “liquidarte” y entonces escuché varios gritos y disparos, le dijo Nikita.
Reporta Fonseca y Lima que deseó un trago y un cigarro. ¿La habrán matado? ¿Qué esperan de mí? ¿Qué diablos tenemos que hacer ahora?
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